Uno de los policías que prestó declaración este jueves en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de León contra Miguel Ángel Muñoz, por el asesinato de la peregrina norteamericana Denise Pikka, manifestó que el presunto asesino les explicó que el día que trasladó el cadáver de la mujer al lugar en el que fue localizado tras sus indicaciones aprovechó la ausencia de luna, y lo hizo vestido con ropa oscura y cubierto con un pasamontañas.
Para llevar a cabo el traslado del cadáver -que habría introducido en un saca negra- aprovechó los conocimientos de guerrilla que posee y que alternó el arrastre del mismo con momentos en los que lo pujaba. Para llevarlo al lugar definitivo, recorrió -dijo- unos cinco kilómetros a pesar de que la distancia era menor.
Respecto al argumento que esgrime la defensa sobre que el acusado se inventó la confesión porque se sentía presionado y cansado, el agente comentó que considera imposible esa opción y que las manifestaciones que hizo Muñoz fueron “espontáneas y sinceras”.
Cambio de chip
Sobre el día en que tuvo lugar la muerte de la peregrina, Muñoz les dijo a los agentes que Denise le había mirado mal lo que le provocó un “cambio de chip” que desencadenó en la violenta muerte que dio a la víctima, propinándole varios golpes antes de hacerle un corte en el cuello.