DA El presunto asesino de la peregrina Denise Pikka Thiem, Miguel Ángel Muñoz, ha ingresado en la prisión de Mansilla de las Mulas este martes acusado de homicidio, después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Astorga ordenara este lunes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Durante estos dos primeros días de semana, el detenido ha participado en una reconstrucción del crimen en la finca en la que se encontró el cadáver, situada entre Santa Catalina de Somoza y San Martín del Agostedo y en un registro de su vivienda, que ha sido ordenada por la jueza que instruye las diligencias, María Antonia Díez.
Vehículos que participaron en el registro (S. G.)
Acaip denuncia inseguridad por la escasez de personal en la prisión de Mansilla de las Mulas
Por otra parte, este martes la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias, Acaip, ha puesto en conocimiento de la secretaría general de Institutiones Penitenciarias, de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, de la subdelegación en León y de la dirección de la prisión de Mansilla de las Mulas una denuncia que argumenta que la escasez de personal en el centro penitenciario genera “disfunciones importantísimas, situaciones de riesgo en determinados servicios y limitación de derechos del personal penitenciario”.El colectivo reclama una intervención para paliar lo que consideran un grave problema que aumenta a medida que pasa el tiempo y que se suman las bajas -especialmente jubilaciones- en la plantilla sin que la administración penitenciaria, añaden, haga nada por solucionarlo.Acaip atribuye esa falta de personal al elevado número de jubilaciones cuyas bajas no han sido repuestas (un total de 86 desde 2012 hasta el momento actual), el elevado número de funcionarios que se encuentran en comisión de servicio fuera de su área de trabajo, la elevada media de edad de la plantilla, que ronda los 50 años y que el establecimiento leonés cuenta con un Centro de Inserción Social (CIS), ubicado en la capital que depende funcional y orgánicamente de él y que carece de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) propia.Además, la cárcel de León, recuerdan, es un centro de tránsitos que soporta conducciones de internos que van trasladados de una cárcel a otra, generalmente para juicios o diligencias judiciales y que pernoctan allí; conducciones que llegan por la tarde y salen de nuevo al día siguiente, todos los días de lunes a viernes.Añaden que la escasa oferta de empleo público del presente año para el Cuerpo de Ayudantes de instituciones Penitenciarias (260 plazas), no va paliar en absoluto la citada falta de personal, al encontrarse otros centros con este mismo problema, “aunque no tan grave”, a lo que hay que añadir la existencia de varias prisiones pendientes de apertura y otras, aunque abiertas ya, a mitad de funcionamiento.En más ocasiones de las deseadas, lamentan, un solo funcionario se tiene que hacer cargo de módulos o departamentos en los que, como mínimo, deberían estar trabajando dos funcionarios y “lo que, si cabe, es peor”, se han suprimido servicios que consideran fundamentales para la seguridad del establecimiento. A lo anterior, añaden que lo mismo pasa en el área de tratamiento con escasez de educadores que produce que éstos tengan que hacerse cargo de un número elevadísimo de internos, con la lógica merma en la calidad del servicio.
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