Santa Marta 2016

Claro García: “Astorga no es sólo una ciudad. Es una forma de ser”

El guionista astorgano pronunció un pregón cargado de emociones evocando el ayer, el hoy y el mañana de la ciudad de Astorga

“Es una pequeña contradicción que forma parte del maravilloso espíritu contradictorio sobre el que Astorga está edificada y que, por eso mismo, consigue que sea una ciudad única, genuina, diferente a todas. Porque así es Astorga, no lo dudéis, y así somos también nosotros. Únicos, genuinos y diferentes.”. Así comenzaba Claro García el pregón 2016 que da comienzo las fiestas de Santa Marta 2016 en Astorga. Pasaban las 12 del mediodía cuando el guionista astorgano salía al balcón del Ayuntamiento para hablar a los astorganos.

Creo que en alguna ocasión os he contado lo mucho que me gustó descubrir en la infancia que vivía en un lugar donde el cocido podía comerse al revés, la Calle Ancha era la más estrecha, la bajada del Postigo era una subida y cuando llegas de viaje lo primero que te preguntan -no dudo que con enorme cariño-, es: “¿Y cuándo os marcháis?”.

Para mí, en la infancia, Astorga era el Paraíso. Un mundo fantástico. El mejor de los mundos posibles. Hoy, lo sigue siendo.
Astorga no es sólo una ciudad. Es una forma de ser. Una forma de estar en el mundo. Una forma de comportarse, de sentir y de vivir la vida.

El escritor astorgano habla con cariño de la tierra que le vio nacer, que le vio crecer y que le vio marchar en busca de nuevos desafíos y fronteras.

Yo sé que, vayamos donde vayamos; sé que por más lejos que lleguemos, habitaremos para siempre en este país llamado Astorga. Vengamos de donde vengamos; tardemos lo que tardemos en volver a vernos, de fiesta en fiesta como ahora, de Navidad en Navidad; vengamos con hijos con pantalón corto o con nietos; y estemos cansados, felices o derrotados; nos haya ido bien o mal, nos reconoceremos por ser de donde somos; por ser de aquí y por estar hechos de lo que de verdad estamos hechos: de tardes de verano junto al río, del frescor del Jardín por la mañana; de los azules que se degradan hacia el Teleno, del arcoíris ocre de la maragatería, de los rojos del cielo que mueren cada tarde en la muralla, del olor a la leña para el pan en San Andrés, del sonido de las butacas del Astúric… y de tardes de vencejos y de noches de nieve. De todo eso estamos hechos.

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He conocido otros lugares maravillosos, pero no son Astorga. No son mi casa. Cuando salgo, siempre llevo la ciudad conmigo. Quiero decir que somos Astorga, representamos a Astorga, y estamos por tanto obligados a ser nobles, hospitalarios, auténticos. Porque esta ciudad es así, y esta tierra también. Estamos obligados, como leoneses, a ser orgullosos, responsables y agradecidos.

Claro García habló a la ciudad y formuló algunos deseos:

Sueño y deseo que dentro de veinte años uno de esos niños o de esas niñas se suba a este balcón para hablar con pasión y con amor, como yo he intentado hacer esta mañana, de la Astorga que le hemos dejado. Y espero que sea una Astorga que le guste, que sienta suya y que pueda compartir con sus amigos.

Astorga limpia, lúcida, feliz. Astorga tecnológicamente avanzada y guapa por dentro y por fuera. Astorga casa. Astorga madre. Astorga amante. Astorga sin fronteras y sin límites.
Astorga, avanzando hacia el futuro con la chaquetina en la mano por si luego quiere refrescar. Astorga universal. Astorga nuestra.

El alcalde de la ciudad, Arsenio García hizo entrega de una placa conmemorativa a Claro García.

Claro García, Arsenio García y Pablo Peyuca en el balcón del Ayuntamiento. / CCU
Claro García, Arsenio García y Pablo Peyuca en el balcón del Ayuntamiento. / CCU

Al grito de ¡Viva Astorga! y ¡Viva León!, el chupinazo dio inicio “oficial” a las fiestas de Santa Marta 2016, y, posteriormente, Claro García firmó el libro del Ayuntamiento de Astorga.

El escritor firmó en el libro del Ayuntamiento de Astorga. / CCU
El escritor firmó en el libro del Ayuntamiento de Astorga. / CCU

Concejales Ayuntamiento Astorga Claro García

Zarzuela y pasodobles

La Banda Municipal de Astorga interpretó a las 13:30 un programa cargado de obras características para banda en el Jardín de la Sinagoga. Empezaron por el pasodoble Manolo Morla, de Ferrer Ferrán, dedicado al trompetista astorgano por sus ochenta años en la Banda.

Banda de Música de Astorga

A continuación interpretaron la zarzuela “El baile de Luis Alonso”, de Gerónimo Giménez y tres fragmentos de la ópera Carmen de Georges Bizet. El público acompañó con las palmas en la famosa introducción ‘Les Toreadors’. Tras el descanso, la Banda Municipal regresó con la zarzuela “La Revoltosa”, de Ruperto Chapí y una difícil obra con gaita solista: “A Leyenda de Montelongo”, de Bernardo del Río. Enol Hernández fue solita a la gaita en esta compleja pieza gallega que hace un recorrido por los ritmos más folklóricos de la música tradicional gallega como la muñeira, la foliada o el alborán.

El programa terminó con el pasodoble de concierto “La Vereda”, dedicado al barrio que lleva su mismo nombre. Tras los aplausos, la agrupación dirigida por Abraham González interpretó una pieza de propina que hizo las delicias del público: “Paquito el chocolatero”.

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