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En el día de hoy, los portavoces de la UPL y del PP han registrado en las dependencias municipales la solicitud correspondiente para que se realice un Pleno extraordinario con el objetivo primordial de que se repruebe al alcalde y a la concejala delegada de Cultura y Personal, algo que ocurre “por primera vez en la historia de la ciudad”.
“Los grupos políticos del Partido Popular y de la Unión del Pueblo Leonés en el Ayuntamiento de Astorga , proponemos este Pleno extraordinario como ya había sido anunciado en días pasados por que después de los últimos acontecimientos vividos en la ciudad, creemos que es necesario que tanto el alcalde, Juan José Alonso Perandones, como la concejala delegada de Cultura y Personal, María Ángeles Rubio, se sometan a este pleno extraordinario en el que todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento tendrán que ‘mojarse'”, aseguran desde la oposición.
“Es bochornoso y de vergüenza que Astorga haya sido noticia a nivel provincial, regional e incluso nacional, por actitudes y hechos más propios de otra época pasada, pero no de esta época en la que vivimos. No debemos consentir que vuelva a instalarse ‘un cortijo en la ciudad’, por desgracia ya se padeció durante muchos años y para muchos de infausto recuerdo. Estas formas y actitudes no forman parte de la ciudad a la que aspiramos y la que queremos la mayoría de sus habitantes”, continúan.
PP y UPL dicen que “ser reprobados no significa que tengan que dimitir, pero sí es un toque de atención con el que le estamos diciendo al alcalde y a la concejala que su gestión en las formas y maneras es mala. Todos los astorganos podrán ver la posición de cada grupo político y cada uno quedará retratado”.
“Deberían analizar con humildad las diferentes acciones que llevan realizando en esta legislatura contra diferentes asociaciones y colectivos sin ánimo de lucro que luchan desinteresadamente con honestidad por mejorar nuestra ciudad en diferentes aspectos como el musical o el del motor, y ojalá que sirva como un acto de contrición y arrepentimiento público sería lo más conveniente”, concluyen los grupos políticos.
