Todavía en las sienes de este periodista presionan los recuerdos, las emociones y la intensidad de las jornadas vividas con motivo del vil asesinato de la presidenta, Isabel Carrasco. Pero ya conocen la frase: “a rey muerto, rey puesto”. Tan cruel como real.
Nos consta que tanto Mariano Rajoy como Juan Vicente Herrera, que esta semana han coincidido en multitud de ocasiones, han pedido a los directivos del Partido Popular leones que “todo se haga con tranquilidad, formalmente y con el mayor consenso interno posible”. La orden está dada. De momento en la máxima institución provincial, el número dos y mano derecha de la difunta Isabel, Marcos Martínez, se ha hecho con las riendas de la Diputación. Todo apunta a un gobierno de transición hasta las próximas elecciones locales dentro de un año. Su buen carácter y los años de experiencia, auguran una presidencia tranquila y gestora hasta el último día.
En cuanto al Partido Popular, el secretario general, Eduardo Fernández, diputado nacional, era el hombre de la burocracia, el gestor y eje entre los parlamentarios, las comarcales, etc. Por lo que no le será difícil mantener el liderazgo interno y preparar un más que probable Congreso Extraordinario Provincial para otoño como pronto. Y ahí es donde comienza el movimiento interno.
Se tiene constancia de dos movimientos claros realizados a final de semana y que tendrán durante este propio fin de semana y la que viene su plasmación en dos reuniones separadas, discretas y privadas. Por un lado, los denominados “damnificados” en el periodo de Isabel. Todos aquellos que desde su llegada a la Presidencia del PP, a la de la Diputación y luego la entrada en el Bierzo, se siente de alguna forma unidos por un sentir común. Unos la llaman ya “la conjura de los necios”, como aquél fenómeno de la Revolución Francesa, otros la del “sindicato de damnificados”… Bromas aparte, los críticos siempre existieron y siempre fueron vencidos en cada momento y en cada intento. Pero ahí están. Su líder actual, o al menos el que ha empezado a mover ficha, es el alcalde de Valencia de don Juan, Juan Martínez Majo, diputado provincial que osó un día retar a la propia Isabel y salió escaldado. Hay más nombres, pero vamos, por respeto a las fuentes, a callar de momento.
En el otro lado están los llamados “barones de Isabel”. Un conjunto de alcaldes, diputados, procuradora y senadora. El núcleo duro lo componen media docena de ediles del Bierzo, el propio Marcos y la senadora Silvia Franco.
Existen varios cargos más de distintas comarcas, pero lo cierto es que, como el propio secretario general, Fernández, ni han tenido tiempo de reacción, ni se espera de momento qué actitud van a tomar. Unos podrán creer que el partido se divide una vez la líder, tan particular, no está; otros pueden interpretar que se abre un periodo de debate y riqueza interna. Cada ciudadano es un seleccionador nacional de fútbol con su propio equipo tipo. Aquí igual. Cada uno que lo interprete como quiera. El caso es, que estos tímidos movimientos han comenzado.