PP, primarias y el patatero

El Partido Popular se encuentra imbuído en un proceso de elección de presidente nacional. En Castilla y León ha quedado patente que mientras el denominado «aparato» ha apostado por Soraya Sáenz de Santamaría, las bases prefieren al joven Pablo Casado. La vallisoletana ha mandado, y mucho, en tiempos de Rajoy, por lo que cuenta a lo largo y ancho de España con altos cargos adeptos además de su condición de mujer, tan en boga, que ayuda mucho para un centroderecha que nunca ha tenido una lideresa. Sin embargo, el palentino ha enganchado con una parte de la sociedad a la que no llegan los «mayores» del PP, y si a eso le añadimos el posible rebañe de los compromisarios sobrantes de otras candidaturas desechadas puede saltar la sorpresa. En todo caso, Castilla y León volverá a tener un líder nacional en el Partido Popular.

Pero el mismo PP anda lamiendo el zarpazo de la operación enredadera en toda España y que en León ha dejado tocados a los consistorios de distintos signos políticos. Refiriéndonos sólo a los populares, León y Astorga viven conmocionados intentando recobrar el pulso tras el susto. La justicia es lenta y ya se verá. El principio de inocencia con el PP no parece existir a tenor de la presión de algunos medios de comunicación y de los otros partidos políticos. La cacería está servida. Encima en pleno verano donde los culebrones o serpientes son fáciles de trabajar desde el punto de vista informativo. Una especie de nueva Inquisición instaurada primero por la ultraizquierda de Podemos e IU, seguida más tarde por los demás, parece haberse instaurado para quedarse por mucho tiempo. Lo que tiene de pintoresco este triste escenario es la figura de «Angel Luis el patatero», el presunto socio que emulaba a su maestro con El Faro astorgano como arma. Qué cosas oiga usted.

ABC

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