El alto consumo de medios audiovisuales es una de las enseñanzas de la era post covid- 19, aunque si la gente se salta las medidas de prevención tal y como parece está ocurriendo en la mayoría de la nación, quizás el rebrote pueda llegar a ser menos controlable de lo que se creen las autoridades públicas y, en especial, las sanitarias.
La huída hacia las playas está proporcionando imágenes esperpénticas donde tu distancia de seguridad es un chiste lejano y el jolgorio, una religión con fanáticos seguidores en los cuatro puntos cardinales geográficos. No somos germánicos, de acuerdo, pero no nos envíen a sus ciudadanos o no dejemos las entradas expeditas para cualquiera por tierra mar y aire.
La televisión reina como medio de mayor aceptación, pero los audiovisuales en los nativos digitales o incluso en redes sociales con retransmisiones en directo hacen que el periodismo se replantee seriamente su defensa como profesión a la que no se le puede robar protagonismo a causa de la digitalización de los mensajes. Las instituciones, que suelen reaccionar con cierta lentitud, en este sentido se han puesto manos a la obra no ya en el envío masivo de mensajes a través de redes, si no específicamente vídeos con más compleja realización para cualquier campaña de turno. Lo mismo te venden las bondades de los alimentos típicos de un municipio, que la imagen como destino turístico de una comarca idealizada con más o menos acierto.
El caso es reducir al máximo el esfuerzo de lectura, llegar a audiencias más grandes y lejanas, provocando un fenómeno de digitalización audiovisual de todo el esquema de comunicación. Nos parece muy bien que alcaldes, diputados o presidentes autonómicos salgan con la consabida imagen de contacto con el paisanaje y su entorno, pero ojo con la revolución digital que no filtra la profesionalización de sus autores. El periodista comunicador debe velar por la fidelidad, ética y calidad del vídeo en cuestión, ya sea en youtube, facebook o miles de enlaces subvencionados con dinero público. Del vídeo casero con el dispositivo móvil al estrellato en un solo paso.