E.F.G Apenas seis minutos de sesión plenaria extraordinaria sirvieron para que la corporación de la Diputación Provincial de León tomase hoy conocimiento tanto de la dimisión y renuncia a su cargo como presidente de la institución presentada por Marcos Martínez, encarcelado en el marco de la operación Púnica, como de la remodelación del grupo ‘popular’.
Así, en el día en el que Marcos Martínez cumple años en la prisión madrileña de Navalcarnero, la institución que dirigía desde el pasado 30 de mayo dio cerrojazo a su etapa como presidente. Cabe recordar que la dimisión no conlleva la entrega del acta de diputado, que Martínez mantiene de momento.
En el Pleno se dio lectura al documento remitido por él en el que recalca que es “totalmente inocente de los cargos que se me imputan en el Auto del Juzgado Central de Instrucción número 6 de Madrid” y añade que su situación procesal “es injusta, y seguiré proclamando mi inocencia en todo momento, considerando que no se me puede achacar la realización de ninguna actividad ilícita penal”. El escrito concluye que “teniendo en cuenta mi injusta situación y para no perjudicar el normal desarrollo de las instituciones” lleva a efecto la dimisión y renuncia como presidente pero mantiene el acta.
Dado este paso, la institución celebrará el viernes otro Pleno en el que tomará posesión como presidente Emilio Orejas Orejas, alcalde de Valdelugueros y hasta ahora responsable del área de Deportes de la Diputación. Por otra parte, el presidente de la Diputación en funciones, Lupicinio Rodrigo, señaló hoy que el interventor de la institución, cuya imputación en el caso se hizo pública la semana pasada, acreditó ayer su condición de testigo y señaló que como tal ha sido llamado a declarar en el marco de la operación Púnica. Tras tener conocimiento de ese dato, la Diputación paraliza, de momento, la acción que tenía planeada para apartarle de sus funciones, las cuales mantiene aunque estos días está ausente por enfermeda de un familiar cercano.