La violencia machista sigue asesinando en nuestro país. Una vez más queremos manifestar nuestro rechazo a los asesinos y exigir que se proteja la vida y la dignidad de las mujeres.
Cada persona que luche como pueda, aunque si lo hacemos juntas alcanzaremos nuestras metas más rápido. Nos concentramos en la Plaza Mayor cada martes para visibilizar los asesinatos que casi cada semana acaban con la vida de una, o más mujeres por el mero hecho de serlo y tener, o haber tenido, una relación sentimental con un hombre.
Las concentraciones son una forma de lucha contra estos asesinatos, pero también lo es realizar o acudir a actividades que promuevan la igualdad, también lo es reaccionar inmediatamente a las acciones machistas que ocurren a diario a nuestro alrededor y que por pequeñas o normalizadas que nos puedan parecer, contribuyen en mayor o menor medida a conformar los eslabones de una cadena que oprime, veja, maltrata y mata a las mujeres.
Luchar contra los asesinatos machistas es educar a nuestras hijas e hijos en igualdad y en el rechazo de la violencia de cualquier tipo como herramienta para solucionar conflictos.
Luchar contra los asesinatos es no consumir productos culturales que perpetúan la imagen de la mujer como objeto y no como sujeto.
Luchar contra los asesinatos es visibilizar la labor de las mujeres ocultas por la historia y ofrecer modelos de hombres fuera del estereotipo patriarcal.
Luchar contra los asesinatos machistas es acabar con el mito del amor romántico y educar para que las personas mantengan relaciones libres de dependencias económicas, sociales, físicas o emocionales.
Luchar contra los asesinatos machistas es exigir a las personas que dirigen las instituciones que inviertan su tiempo y nuestro dinero en medidas eficaces de prevención y protección contra la violencia machista y si no, elegir a otras personas que sí se comprometan a hacerlo.
Hay muchas formas de luchar contra los asesinatos machistas, lo único que no sirve de nada es mirar hacia otro lado y después lamentarse. La persona que quiera que luche, como pueda, pero que luche porque las necesitamos a todas. Ni una menos
