Varios perros se contagian de babesia en Astorga

La concejala de Sanidad, Celi Gómez, aconseja prevenir su propagación mediante sistemas antiparásitos como pipetas, collares o pastillas, así como cepillar al animal

Varios perros se han contagiado de babesia en Astorga debido a la plaga de garrapatas propiciadas por las altas temperaturas de este invierno. Así lo ha comunicado la responsable de la concejalía de Sanidad en el Ayuntamiento de la ciudad, Celi Gómez, quien explicó que “han sido varios los casos que han puesto en nuestro conocimiento vecinos del municipio”.

La babesia es una enfermedad que transmiten las garrapatas cuando pican a los perros para alimentarse y que afecta a los glóbulos rojos provocando disminución o ausencia de apetito, letargia —el perro está tumbado e inapetente —, fiebre, inflamación de ganglios linfáticos, aumento del tamaño del bazo, ictericia —color amarillo en las mucosas —, y presencia de sangre en la orina entre otros.

Se han detectado cada vez más casos en la zona y por ello Celi Gómez aconseja prevenir su contagio mediante sistemas antiparásitos como pipetas, collares o pastillas así como cepillar al perro al llegar a casa de un paseo, ya que la garrapata está unas horas deambulando por él hasta encontrar el lugar ideal donde anclarse mediante la picadura para alimentarse.

Para los perros que se encuentren en fincas o casas con jardín es recomendable también desparasitar regularmente la zona con vegetación, para lo que existen diversos métodos. Los más usuales son unos polvos que se disuelven en agua para fumigar la zona, algunos de los cuales son inocuos para las mascotas sirviendo también para rociarlas para desparasitar ocasionalmente, pero siempre con algún otro método antiparásitos mencionado anteriormente ya que su eficacia no dura mucho.

Se recuerda que las garrapatas prefieren lugares húmedos y a la sombra por lo que desde la Concejalía de Sanidad se solicita la eliminación de hierbas altas y maleza en las fincas para evitar que se propague más la babesia.

Los síntomas más frecuentes que aparecen en los perros infectados son:

Anorexia: disminución o ausencia de apetito.

Letargia: el perro está tumbado e inapetente.

Fiebre.

Inflamación de los ganglios linfáticos.

Aumento del tamaño del bazo.

Ictericia: color amarillo de las mucosas.

Presencia de sangre en la orina: debido a la hemólisis (destrucción de glóbulos rojos).

Esta enfermedad tiene tratamiento al que los perros suelen responder bastante bien, no obstante recomendamos prevenir su contagio mediante sistemas antiparásitos como pipetas, collares o pastillas así como cepillar al perro al llegar a casa de un paseo, ya que la garrapata está unas horas deambulando por él hasta encontrar el lugar ideal donde anclarse mediante la picadura para alimentarse. 

Para los perros que se encuentren en fincas o casas con jardín recomendamos también desparasitar regularmente la zona con vegetación, para lo que existen diversos métodos. Los más usuales son unos polvos que se disuelven en agua para fumigar la zona, algunos de los cuales son inocuos para las mascotas sirviendo también para rociarlas para desparasitar ocasionalmente, pero siempre con algún otro método antiparásitos mencionado anteriormente ya que su eficacia no dura mucho. 

 

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