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Cinco cachorros de perro fueron abandonados en la Perrera municipal de Astorga el pasado mes de enero. Los animales llegaron “en una situación lamentable”, según explicó una de las responsables de la Asociación Protectora de Animales de Astorga (Apada), entidad que se encarga de gestionar este refugio. La concejala del PAL y responsable del área, Celi Gómez, señaló que “cuatro de estos cachorros estaban atados con cuerdas y bridas de plástico y otro fue arrojado al interior por encima de una verja de tres metros”.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de enero y los policías municipales fueron los encargados de avisar a las cuidadoras de Apada la mañana del 31 de enero.
Los cachorros, mezcla pastor alemán y carea, fueron atendidos por un veterinario, que les suministro, entre otros, un tratamiento a base de calcio, les vacunó, les desparasitó y les colocó el chip de identificación.
En la perrera hay en la actualidad casi 40 perros y dos conejas pequeñas que buscan un hogar. Desde Apada se invita a los interesados a adoptarlos ya que “son muy cariñosos y buenos”, aseguraron desde la asociación.
El abandono está penalizado con hasta 30 mil euros
Esta penalización es parte de una modificación de la Ley de Protección de Animales de Compañía. A partir de ahora, pegar o abandonar a perros y gatos será sancionado con hasta 30 mil euros, al ser considerado una infracción muy grave.
Esta modificación de ley viene promovida por una demanda ciudadana y en ella también se prohíbe a los refugios sacrificar animales, ya que algunos lugares de acogida lo hacen si no son adoptados a los 10 o 20 días de llegar.
