Servimedia/Ical El secretario general del PSOE y aspirante a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, perdió esta tarde su debate de investidura al salir derrotado en la segunda votación con 131 votos a favor y 219 en contra.
Esta votación, realizada de forma individual y en voz alta mediante llamamiento de cada diputado, dejó la única sorpresa de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, que el miércoles se abstuvo y esta vez votó a favor.
Pedro Sánchez obtuvo el respaldo de los parlamentarios de PSOE, Ciudadanos, Nueva Canarias y Coalición Canaria, que suman un total de 131 diputados.
Por el contrario, cosechó el rechazo de los 219 de PP, Podemos y sus confluencias, Esquerra Republicana, Democracia i Libertad, Partido Nacionalista Vasco, Izquierda Unida-Unidad Popular, EH Bildu, Compromís, Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro.
Entre ellos también votó en contra el exdiputado del Partido Popular Íñigo Gómez de la Serna, al que su formación expulsó durante la campaña electoral al verse implicado en un presunto caso de corrupción y que está adscrito al Grupo Mixto.
En esta segunda votación, según establece la Constitución española de 1978, bastaba con tener más votos a favor que en contra para ser investido presidente del Gobierno frente a la mayoría absoluta que exigía la primera votación del miércoles.
Al perder la votación, Sánchez sale derrotado del debate de investidura que le encargó el rey Felipe VI cuando le propuso como aspirante a La Moncloa tras realizar dos consultas con los representantes de los grupos parlamentarios.
El presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, anunció oficialmente el resultado de la votación y explicó que “se comunicará al Rey a los efectos de lo dispuesto en el artículo 99.4” de la Constitución, que permite reiniciar el proceso al haber sido declinada la candidatura de Pedro Sánchez.
El 99.4 afirma literalmente que “si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores” de este artículo.
Es la primera vez en toda la democracia española que un candidato a la Presidencia del Gobierno pierde un debate de investidura, ya que todos los anteriores consiguieron ser elegidos en primera votación por mayoría absoluta o en segunda votación por mayoría simple.
Los únicos aspirantes que habían necesitado una segunda votación para ser investidos fueron Leopoldo Calvo Sotelo en 1981 y José Luis Rodríguez Zapatero en 2008.
Pedro Sánchez era el tercero en llegar a esta situación pero se convierte en el primero y el único, de momento, que se presenta a un debate de investidura y lo pierde en ambas votaciones.
La Constitución establece que, desde este jueves 3 de marzo, tras haberse producido la primera votación de investidura, existe un plazo de dos meses para que se presenten nuevos candidatos.
Si el 3 de mayo no hay un nuevo presidente del Gobierno, el artículo 99.5 de la Constitución obliga a disolver automáticamente las Cortes Generales y convocar nuevas elecciones generales, que se celebrarían el 26 de junio.