Otoño en Astorga y alrededores: un paraíso de setas y naturaleza

Descubre las mejores zonas y las variedades más emblemáticas que esconden estos rincones

En Astorga y sus alrededores, el otoño trae consigo un espectáculo natural que deleita a los amantes de la micología: la aparición de una diversidad fascinante de setas. Desde los densos pinares hasta los claros de los bosques, esta comarca se convierte en un paraíso para los buscadores de tesoros culinarios y naturales.

Pero no todo es recoger y cocinar: explorar los rincones micológicos de Astorga es también una oportunidad para reconectar con la naturaleza, aprender sobre los ecosistemas locales y disfrutar de paisajes espectaculares. Eso sí, siempre con precaución y respeto por el entorno.

Así, si os pierden las setas, os dejamos algunas de las zonas donde podéis encontrarlas y cuáles son las variedades que crecen en ellas.

Santa Colomba de Somoza: un epicentro micológico en la Maragatería

En pleno corazón de la Maragatería, Santa Colomba de Somoza se erige como un lugar privilegiado para la recolección de setas, con una producción anual que ronda los 25.000 kilos. En sus bosques se encuentran joyas micológicas como el Boletus edulis (Hongo o boletus), el Tricholoma portentosum (Capuchina), el Lactarius deliciosus (Níscalo) y el Cantharellus cibarius (Rebozuelo), todas ellas muy apreciadas tanto por recolectores como por chefs.

Luyego de Somoza: un rincón cercano y diverso

Muy próximo a Santa Colomba, Luyego de Somoza también se suma a esta ruta micológica con especies como el Lactarius deliciosus (Níscalo), el Cantharellus cibarius (Rebozuelo), el Calocybe gambosa (Perretxiko o seta de San Jorge) y la llamativa Russula cyanoxantha (Carbonera). Sus bosques son perfectos para una jornada de búsqueda tranquila y productiva.

Combarros y Quintanilla de Combarros: riqueza micológica ampliada

A medida que continuamos nuestra ruta micológica, llegamos a Combarros y Quintanilla de Combarros, donde no solo encontramos las mismas especies que en Santa Colomba de Somoza, sino también el codiciado Boletus pinophilus(Hongo pinícola). Este entorno es ideal para quienes buscan diversidad y belleza natural en un solo lugar.

Brañuelas y Villagatón: variedades singulares

En Brañuelas y Villagatón, encontramos un paisaje micológico diferente. En estas localidades destacan especies menos habituales como el Calocybe gambosa (Perretxiko o seta de San Jorge), el Hydnum repandum (Lengua de vaca) y el elegante Cantharellus lutescens (Trompeta amarilla o angula del monte).

Viforcos: un tesoro micológico por descubrir

La localidad de Viforcos completa esta ruta ofreciendo un entorno ideal para recolectar variedades como el Lactarius deliciosus (Níscalo), el Tricholoma portentosum (Capuchina), el Boletus edulis (Hongo o boletus) y el Boletus pinophilus (Hongo pinícola).

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