Óscar Álvarez debe dimitir

Después de todo lo sucedido con el «mastergate» de Cristina Cifuentes todas las lupas se han fijado en los currículums de los políticos que han sufrido un proceso menguante inimaginado. En las Cortes de Castilla y León el procurador socialista por León Óscar Álvarez mantiene un máster en instituciones políticas y dirección falsificado, al parecer. La polémica no ha cesado desde el descubrimiento y las salidas en falso han salpicado desde al propio supuesto falsificador hasta a Luis Tudanca que un día sí, y otro a medias, mantiene el tipo para que este colaborador o encuentre una justificación o el foco mediático deje de mostrar su vergüenza en público.

Pero parece que el enroque es la postura general. Y nadie le va a pedir su cabeza como contrariamente se hizo con le expresidenta madrileña. Es la doble vara de medir, la doble moral, el discurso sometido al fin sea lógico o no.

Con este tipo de actuaciones, lo que se consigue es que la gente en general siga teniendo un muy bajo concepto de la clase política, de que no les crean cuando hablan y de que deben a priori mostrar su honestidad porque algunos la han manchado para mucho tiempo de antemano.

Óscar Álvarez tiene que dimitir, por él mismo, por decencia para sus correligionarios y por reconcilio con la sociedad en general. Pero, ¿y la universidad afectada? ¿o la Fiscalía de turno? Falsificar un documento oficial es algo muy grave y alguien debería poner en marcha una investigación en toda regla por el bien del mundo académico y como defensa de la oficialidad de los documentos que circulan por todo el país. ¿O no?

Mientras tanto, Tudanca sigue de larga precampaña porque está convencido de que él es el mirlo blanco que el socialismo regional espera desde los años de Demetrio Madrid. No ve más allá.

Print Friendly, PDF & Email