Los cambios de frecuencias y horarios y los grandes recortes en las paradas y supresión de servicios del ferrocarril en la estación de Veguellina de Órbigo, que serán de aplicación a partir del 11 de diciembre y que ya son visibles en la web oficial de la compañía Renfe, amenazan con exaltar los ánimos del municipio al que pertenece esta población, Villarejo de Órbigo, y toda la comarca del Órbigo, que con cerca de 30.000 habitantes en época estival es con diferencia la comarca rural más grande de Castilla y León.
Por este motivo, y por su “absoluto y radical desacuerdo con las decisiones que dañan de manera irreparable a este ayuntamiento y a comarcas enteras de la provincia de León”, el alcalde de Villarejo de Órbigo y diputado provincial, Joaquín Llamas, ha solicitado formalmente por escrito este viernes una reunión personal “urgente” con el presidente de Renfe, Pablo Vázquez Vega.
En el escrito se recuerda que si no hay marcha atrás en los planes de la compañía pública –es decir, cuyas decisiones dependen directamente del Ministerio de Fomento del Gobierno central–, supondrá “un trato discriminatorio para los usuarios” de la comarca entera del Órbigo y otras aledañas como el Páramo, así como “unos perjuicios importantísimos” para un área cuyo “desarrollo económico ha estado siempre ligado al tren”.
Pero lo que con más dureza ataca el alcalde y miembro de la Corporación de la Diputación Provincial de León es el hecho de que “nadie de la compañía, ni del Ministerio, ni de la Junta ni del Gobierno haya comunicado cambios que son gravísimos e inminentes”, sino que sólo se pueden detectar a través de las vías habilitadas para venta de billetes.
Decisiones “mortales de necesidad”
A través de estas vías se comprueba que la estación de tren de Veguellina de Órbigo perdería todos las conexiones ferroviarias en sentido Madrid y no sólo los convoyes de alta velocidad Alvia, sufriendo en sentido inverso un recorte de más de la mitad de frecuencias y paradas, y perdiendo por completo los trenes que sustituyen al AVE.
Para completar este agravio, los escasos trenes de alta velocidad procedentes del Bierzo dirección Madrid no sólo no tendrían parada en Veguellina sino que atravesarían su importante núcleo de población a velocidades de unos 150 kilómetros/hora, “un auténtico peligro de muerte”. “Es una decisión demoledora para decenas de miles de leoneses en estas zonas, para sus empresas y su futuro, pero lo que más duele es que sea una burla con oscurantismo”, destaca Llamas.
El alcalde constata que el ánimo vecinal por estas decisiones es que son “mortales de necesidad” para las comarcas afectadas, por lo que los ánimos ya están encaminados a una respuesta “contundente” por parte de la población, algo que contará, de no variar Renfe los planes previstos, con el “apoyo incondicional de este alcalde”.
El regidor lamenta que la población de la comarca poblacionalmente más nutrida de la Comunidad Autónoma sufra los “daños colaterales” de la reciente reestructuración ferroviaria anunciada por Renfe “para hipotéticas mejoras oportunistas y electoralistas de otras poblaciones”, como Astorga o Ponferrada, que ni siquiera son tales mejoras, ya que, como ha denunciado UGT, encubren el insuficiente adelanto del horario de un único tren y a cambio anulan una conexión directa con Madrid operativa hasta septiembre.
Por estos motivos, Llamas aventura que “los vecinos del municipio de Villarejo, de la comarca del Órbigo y de la amplia área de influencia ni daremos ni permitiremos un solo paso atrás, al contrario, usaremos todo lo que esté en nuestra mano para frenar este atropello”. Por ello, insta a Renfe, al Ministerio de Fomento y la Consejería de Fomento de la Junta que han pactado estos cambios a “dar la cara” en vez de “imponer este tipo de perjuicios” en un Ayuntamiento “cansado de imposiciones y promesas incumplidas”.