A. J. García Nistal A veces al periodista no le queda otra que dar la noticia, escribir sobre ella y cumplir con su deber; aunque “las tripas” le adviertan de un dolor especial ante la muerte de alguien a quien se aprecia y que también forma parte de la propia vida de uno. En fin, comenzaré como manda la ortodoxia para los lectores que todavía no lo sepan.
Hace unas pocas horas de hoy lunes, mientras jugaba un partido de paddel, ha muerto, según las primeras informaciones, de un infarto, César Río. Durante la práctica deportiva en una velada de extremo calor el conocido empresario se sintió indispuesto. A los pocos minutos acudió al lugar servicios de urgencia sanitaria así como la Policía Local de Astorga. Tras diez minutos de intentos de reanimar y estabilizar al paciente no pudo hacerse nada más. Incluso a la hora de escribir esta noticia se espera al juez de guardia para que certifique su defunción y permita levantar el cadáver.
Última aparición
La última participación para la mayoría de los medio de comunicación de la zona de César Río tuvo lugar en la Gala de ASEMAC. Los empresarios astorganos, y a fe que era un gran empresario, recibió junto a su hermana el premio “Empresa Tradicional 2014” a Río C.B. Allí César recordó a sus padres, Joaquín Río y Aurelia Celada, eternos propietarios del Bar Río en la Calle Señor Ovalle desde 1962, un lugar donde él aprendió el ‘ABC’ de la hostelería, del mundo de las empresas y de la propia vida, que también. César ayudaba a sus padres, bien tras la barra, bien en el comedor interior. Incluso se preocupaba de la más famosa máquina comediscos que tuvo Astorga en su época y de tener bien surtido de tabaco el local.
El Río, que algunos llaman también Ríos, marcó una época para los astorganos del Tardofranquismo y la denominada Transición. Pero a César, el fuerte carácter de Joaquín, su padre, con cierto inmovilismo propio de la edad y sus anhelos de progresar, le llevaron al mundo de las máquinas recreativas y las tragaperras. Ciertamente ahí hizo sus primeros capitales con los que ampliar sus negocios donde probó de todo, incluso hasta fue promotor inmobiliario en alguna ocasión.
No se le conocía querencia política pública, sólo para los suyos y sus adentros. Tampoco estuvo en ocasiones exento de la crítica propia de un lugar pequeño, reacio en primera instancia a las “modernidades”. Amante del buen vivir, pero también de trabajar con el ejemplo. Las líneas rojas no te asustaban si lo tenías claro.
Compartimos confidencias en alguna que otra ocasión sobre la vida nocturna de Astorga y su evolución, así como del género femenino, al que profesaba admiración y del que también departimos impresiones, siempre con misma opinión. Amante por demás de su familia. Adoraba a sus dos hijos: Marta y César. Este último, cabeza principal desde hoy de la tercera generación Río al frente de negocios como:Café Cuadros, Mondo Sport Bar, Café-pub Ovalle Lounge y Cafetería-Vinoteca ECO.
Descansa en paz uno de los nuestros. César Río.
Descansa en paz cesar .eras un grande
No tengo palabras DEP
Curiosa persona en esta ciudad tenía visión de empresario. Guardo recuerdos de este Cesar y sus principios descansa en paz