El nuevo cortometraje de Tomás Valle, ‘Mis Alas’, finaliza su rodaje

Este domingo al medio día la cinta rodada en Astorga y Celada ha concluido tras 50 horas de duro trabajo en tres semanas

Tras unas 50 horas de rodaje el trabajo del director Tomás Valle, Mis Alas, escuchó el último golpe de claqueta este domingo al mediodía. Con un equipo de rodaje compuesto por 14 personas entre técnicos y auxiliares y bajo las órdenes de Tomás y de su hijo David, la dramática historia de una mujer obligada a prostituirse por su pareja ya está encerrada en una cinta a la espera del montaje.

Toma última y… buena

Sonia Quintans, Silvia Rivera, Jessica de la Fuente y Matías Álvarez han sido los encargados de poner cara a los protagonistas del cortometraje. Actores sin experiencia que han trabajado como profesionales sobre todo “teniendo en cuenta que el guion lo iban conociendo a medida que avanzaba el metraje”, comenta Tomás. Además de destacar que para el director ha sido “todo un placer trabajar con ellos”, Valle indica que los protagonistas le han hecho ver que para ellos ha sido una experiencia inolvidable.

De izquierda a derecha; Sonia Rivera, Tomás Valle, Sonia Quintans, Jessica de la Fuente y Matías Álvarez./T. Valle

Las labores propias de grabación tenían detrás de las cámaras a los técnicos de “Alrojo Producciones” e “Imagen Prisma”. “Ha resultado muy fácil trabajar con ellos y he sentido el interés que tenían porque este proyecto resultara bien” apunta el director.

También se contó con la participación de 34 extras que tuvieron que aguantar los “rigores del cine”, la lluvia, el frío y los rodajes hasta altas horas de la noche. Un especial agradecimiento por parte del equipo para ellos.

El apoyo local al cortometraje

No es fácil sacar adelante un proyecto cinematográfico. Detrás de todos los recursos humanos y técnicos también existe una importante inyección de dinero. Para poder hacer frente a los gastos generados del rodaje, Tomás ha contado con el apoyo de algunos industriales, hosteleros y comerciantes de la ciudad que han querido apostar por este proyecto. Hasta ayudas individuales a nivel personal ha recibido Valle.

Momento del rodaje./Tomás Valle

En redes sociales “hemos sentido un gran apoyo dándonos ánimos y motivándonos, dando por hecho que va a quedar un trabajo digno. Algo que es importante -continúa Tomás- porque te sientes respaldado por mucha gente que en algunos casos ni siquiera conoces”. Este domingo sin ir más lejos el director ha recibido un mensaje de una mujer que había ejercido la prostitución en el polígono Marconi, en el texto les deseaba mucha suerte porque era una realidad social que pocos se atreven a contar y llevar a la pantalla.

Estudio y a volar

Ahora toca la parte oscura del trabajo, la del estudio. Montaje, selección de tomas, creación de la banda sonora… todo lo necesario para redondear los 27 minutos de metraje. La labor de montaje se espera que esté lista en unos quince días y posteriormente, Ricardo García se encargará de la sonorización y de los temas musicales del corto.

Satisfecho con el resultado de trabajo realizado Tomás confía en que a la gente le guste cuando lo vea y que sepa entender el mensaje que con él desea transmitir. Con la cinta en la mano, sólo quedará hacerla volar a todos las salas y festivales posibles para que la historia (real) que ha plasmado Tomás Valle en el “celuloide” llegue a todos los rincones y corazones que se puedan alcanzar.

Mis alas, a volar.

 

 

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