Nona Inés Vilariño fue una de las primeras mujeres elegidas democráticamente al Congreso de los Diputados durante el periodo de Transición. Este jueves, fue la protagonista de una charla-coloquio en la Casa Panero de Astorga, invitada por la concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento, dentro de las actividades de ‘Marzo con M de Mujer’. A la cita acudieron, además del alcalde de la ciudad, varios concejales del equipo de gobierno. Durante su exposición, Vilariño recordó que es “una mujer corriente que vive en una sociedad problemática y que aspira a poder mejorar”.
Con esta premisa, la ferrolana rememoró la impresión de sentirse una “privilegiada” por haber formado parte de las elecciones de 1977, haber firmado la Constitución Española de 1978, “que permitieron que España entrase en el club de los países democráticos”. La primera vez que entró en el Congreso de los Diputados fue “como una visita turística”, pues el edificio estaba vacío y fue a entregar el acta para participar en la primera sesión de constitución de las Cortes. Se recordó a sí misma que ella también se iba a sentar en un escaño. “Sin embargo, me invadió un profundo respeto durante la primera sesión de constitución de las Cortes. Allí aparecieron personajes de la historia de España, personas que incluso venían de la cárcel. Nombres como Nicolás Redondo, la Pasionaria o Carrillo que abrazaban y estrechaban las manos a personas como Adolfo Suárez o Manuel Fraga. En ese momento me embargó un pensamiento que me acompañó durante muchos años. Creí que no volverían a resurgir las dos Españas que tantos heridos habían dejado en ambos bandos. La inmensa mayoría de los españoles no eligió estar en un bando”, explicó este jueves.
Nona Inés Vilariño también recuerda cuando se dio cuenta que la Democracia en España era frágil, “el 23 de febrero de 1981”, cuando el teniente coronel Tejero lideró un asalto al Palacio de las Cortes durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo. “Reconozco que me tiré al suelo, no se me pasó por la cabeza hacerme el héroe. En ese momento pensé en mi hija, interna en Inglaterra, y la imagen que ella vería de España por la tele, la imagen que proyectábamos al mundo. A punta de pistola nos intentaban poner de rodillas”, rememoró en la Casa Panero.
Licenciada en Filosofía y Letras, Vilariño fue profesora de Historia hasta su jubilación y fue precisamente su profesión de educadora la que le llevó a la política en primer lugar. “Recuerdo que fueron algunos padres de alumnos los que me propusieron entrar en un nuevo partido galleguista independiente que iban a formar. También recuerdo que me animaron mucho y me dijeron que iba a ser diputada. Ferrol siempre ha estado muy polarizada y quizá en ese momento, el hecho de ser mujer resultó una ventaja. Llegué a la política desde mi profesión y por mi profesión, orgullosa de que contasen conmigo”.
No obstante, la vida de una mujer en política no siempre ha sido fácil. “Ha habido momentos en los que he sido maltratada por el hecho de ser mujer. Me divorcié y fui durante años públicamente expuesta por ese hecho. Además, hubo gente que trató de aprovechar ese hecho para sacarme de la política, pero soy más fuerte de lo que parezco”, señaló. Nona Inés Vilariño Salgado también recordó a las sufragistas, mujeres que lucharon para conseguir el voto para las mujeres, así como al expresidente Adolfo Suárez. Asimismo, señala que las mujeres “estamos mejor ahora que hace unos años, no puedo sino pensar en que para cobrar nuestro salario necesitábamos tener la firma de nuestro marido, o que no podíamos abrir una cuenta en el banco sin que estuviera él presente. No vivimos en una situación ideal, pero se ha avanzado en la igualdad de la mujer. La brecha salarial existe, por tanto tenemos que seguir en esa lucha y nos tienen que acompañar los hombres”, apuntó Vilariño.
De igual manera, explicó un hecho que no ha sido recordado en los libros de historia. “En España no existe Ley Sálica, puede reinar una mujer a no ser que exista un heredero varón directo en la sucesión a la Corona. Todas las mujeres que formábamos el Congreso luchamos para que eso no fuera así. De hecho, nos marchamos todas durante la votación porque no queríamos que se votase a favor de un hombre para suceder a la Corona. La explicación que se nos dio fue que el príncipe ya era el heredero para todos los sectores de la sociedad
Antes de finalizar la charla, la exdiputada apuntó que hay “reconocimientos pendientes” en la historia para las mujeres. Recordó a las mujeres de la posguerra, “que sacaban adelante a las familias”, o las mujeres rurales “que no solo araban la tierra sino que cuidaban a la familia y a las personas mayores”, así como “a los millones de mujeres que desean ejercer su profesión y ser madres. Tenemos que eliminar las barreras para que cuando una mujer desea tener hijos pueda compatibilizar su vida familiar con su vida laboral. Lo reivindico en nombre de mi madre, que sin saber lo que era el feminismo fue una mujer extraordinaria que hizo la promesa de mandar a sus hijas a la universidad si así lo deseaban y luchó para conseguirlo. No fue diferente, fue una madre como tantas otras madres que lucharon por las mujeres”.