Los municipios del Bierzo se han lanzado estos días a difundir sus variadas actividades e iluminaciones navideñas, al parecer para nadie o cada vez para menos gente. Esta semana se conocieron los datos demográficos del Instituto Nacional de Estadística que sentencian a la comarca prácticamente a la desaparición. En 2017, el número de defunciones duplicó al de nacimientos. Concretamente, nacieron en el Bierzo 715 bebés frente a los 1.605 fallecidos en el mismo período de tiempo, lo que supone un saldo vegetativo negativo de 890 habitantes.
Un dato que va empeorando año a año, ya que en 2016 la comarca decrecía pero a un ritmo más lento, en 806 personas. El envejecimiento poblacional es generalizado y se da en todos los municipios de la comarca con Ponferrada a la cabeza del ranking, con un descenso poblacional de 240 vecinos. Le siguen Villafranca del Bierzo con 57 menos, Fabero con 51 y Bembibre con 50.
El mal endémico de la despoblación se extiende también por el resto de la Comunidad dado que Castilla y León registró 7.486 nacimientos y 15.343 defunciones durante el primer semestre de lo que va de año, por lo que el saldo vegetativo fue negativo en 7.857 personas. De esta forma, la Comunidad, tras Galicia con 9.135 personas menos, es la que presenta un saldo vegetativo negativo más elevado de todo el país. Un país que también sigue la línea hacia el abismo, y es que España registra durante el primer semestre de 2018 el menor número de nacidos desde 1941 y su saldo vegetativo se sitúa en menos 46.590 personas.
Pero lo que realmente es síntoma de que la población española está contraída es el cierre de bares. Así lo publica el diario El País en su noticia “¿España, país de bares?”en la que asegura que en la actualidad hay 18.000 menos que en 2010. ¿Dónde vamos a parar?