La Banda Municipal de Música de Astorga ofreció este sábado por la tarde el tradicional concierto de Semana Santa. Este año, la agrupación musical de la bimilenaria ha imprimido un toque “andaluz” a la selección de marchas de procesión con las que ha inaugurado la Semana de Pasión.
La Banda comenzó con una marcha que nunca antes había tocado en concierto, Concha, de Víctor Manuel Ferrer. Una llamada de metales marcaron los primeros compases que llevan al primer tema con claro matiz andaluz, un fuerte, típico de la forma marcha y de carácter enérgico es el centro de esta marcha. El trío, bajo un acompañamiento de flauta y flautín y con diversas entradas escalonadas preparan para la repetición de las primeras llamadas de metales que anuncian el final de la marcha de carácter muy rítmico.
Getsemaní. Una pieza sobrecogedora que narra el sufrimiento de Cristo en el Huerto de los Olivos. Una marcha que el compositor dedicada a la muerte de su esposa. La Banda siguió con las marchas Gran Poder y Mi Amargura. Dos piezas sorprendentes y destaca esta última de Víctor Manuel Ferrer de marcado carácter andaluz cuya cadencia inicial va abriendo camino bajo acordes desplegados donde se introduce un primer tema que se verá repetido en forte para dar paso al tema principal. En el trío, un solo de saxofón alto, que interpretó Nicolás Silva, con marcado carácter íntimo y expresivo que se repite dos veces mas a modo de crescendo sinfónico, para dar paso a la ultima repetición con cornetas y terminar de una forma grandiosa.
Soledad Franciscana y Caridad del Guadalquivir son las dos marchas de Abel Moreno y Francisco Joaquín Pérez Garrido que la Banda de Música interpretó a continuación. Dos obras de carácter andaluz pero que no pierden la esencia fúnebre y lenta con la que nacen las marchas que se interpretan en Semana Santa. La agrupación astorgana prosiguió el concierto con la sorprendente marcha Rocío de Manuel Ruiz Vidriet. Una obra dedicada a la Virgen del Rocío de Almonte (Huelva) que comienza con una marcha lenta y en piano en la que la madera lleva el peso melódico para dar paso a un sorprende trío en el que las trompetas apuntan el carácter festivo que finaliza esta marcha. Un solo de flautín y tambor que evoca La procesión del Rocío de Joaquín Turina cierra esta sorprendente marcha de procesión.
La Banda finalizó su repertorio con una de las obras más reconocidas en el panorama procesional La Madrugá, de Abel Moreno y los solos de Juanmari Fraile y Ana Vega al clarinete y saxofón, respectivamente. Una pieza dedicada a uno de los momentos más característicos de la Semana Santa sevillana y que tiene lugar la noche del Jueves al Viernes Santo, al amanecer se recuerda el juicio ante Poncio Pilatos, la flagelación y coronación de espinas, la condena a muerte de Jesús y su camino con la cruz a cuestas hasta el Gólgota.
La Banda Municipal de Música de Astorga finalizó con su particular agradecimiento al público interpretando en forma de “bis” la marcha de procesión Hosanna in excelsis, de Óscar Navarro, que fue creada en el año 2009 para el “II Concurso Nacional de Composición de Marchas de Procesión Memorial Manuel Font de Anta”, de Sevilla y La Saeta Joan Manuel Serrat con arreglos de José Ruiz Piña.