La música llena las calles y plazas de Astorga

Esta tarde la música inundará las calles de Astorga. Ya se venía notando un aire de escalas y obras toda la semana, pero hoy es el gran día en que los alumnos del Curso Internacional de Música de Astorga salen a la ciudad a interpretar lo practicado. “Me gusta que nos saquen a tocar en la calle, porque a veces, como músicos, obligamos al público a que vaya a nosotros, mientras que en este caso somos nosotros los que nos acercamos al público”, dice el profesor de flauta travesera Christian Farroni.

Este italiano, es asistente de Solista en la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña desde 2002 y profesor de flauta en el Conservatori Superior del Liceu de Barcelona. Y un flautista sorprendente. Un curriculum increíble y que sólo tiene experiencias positivas en Astorga. “Es un curso grande con una gestión muy humana y eficiente, muy “familiar”, porque ofrecen mucha cercanía y cuidado incluso a niños muy pequeños”. El año pasado le llamaron para dar el curso de flauta y le gustó tanto que este año quiso volver a repetir la experiencia.

Entrar esta semana en las instalaciones del Conservatorio de Música de Astorga puede parecer una jaula de grillos. Pero en realidad hay un orden dentro del caos, alumnos que corren con los instrumentos montados porque llegan tarde a las clases, una trompeta interpretando el método Clarke, siete fagotes ensayando “Eye of the Tiger”.

Lua Iglesias Pérez tiene 9 años y ha llegado desde Cee, La Coruña. Esta joven violinista está experimentando por primera vez un curso de verano. En realidad es muy tímida y pocos le han oído decir más que dos palabras seguidas, pero si le preguntas cuál es su parte preferida de la experiencia te cuenta que las clases personales de violín con Sila Gómez y Joaquín Torres son las mejores. Ha disfrutado de la piscina, y cuentan los monitores, que el primer día de orquesta se puso tan nerviosa por no saber qué hacer con las partituras que se puso a llorar.

Para Cecilia Alonso del Valle también es su primer curso de verano, pero ella tiene 21 años y llega desde Gijón. Esta fagotista confiesa estar teniendo una gran experiencia tanto a nivel musical como a nivel personal. “Me gusta que las clases de fagot sean en grupo, porque puedes aprender de todos los compañeros, tanto de los que tienen un nivel algo más bajo, como de los que están en cursos superiores. Aprendes detalles que son importantes como la respiración o las posiciones. Cosas que tu profesor habitual no ve el día a día”. Las clases han sido tan intensivas que no ha tenido ni tiempo de pasear por la ciudad.

“Al final aprovechas más esta intensa semana que el resto del curso, porque como tienes tan poco tiempo, lo dedicas a preguntar constantemente y lo recuerdas para siempre. Aprendes otros métodos de enseñanza que no tienes en el día a día con tu profesor habitual. Bernardo ve errores que tu profesor no ve”. En la clase de fagot son 6+1 dice Bernardo, “porque yo también aprendo”. “Tenemos debates culturales, porque como somos de diferentes partes podemos compartir experiencias más allá de la música”, declara Cecilia.

A la violonchelista Laura Silva la han visto crecer en Astorga. Llegó desde Palencia por primera vez con 11 años y este año ya cumple los 16. “Cuando eres pequeño te lo pasas muy bien, está claro, pero ahora de mayor las experiencias cambian y también las libertades. Es mucho mejor”. Acaba de salir de una audición y se encuentra en el pasillo con su compañero de instrumento, el segoviano Nicolás de Miguel Castillo que también  Tienen tantas anécdotas que no quieren escoger sólo una. “¿Recuerdas aquél año que nos deslizamos en los colchones de las camas por las escaleras?” “¿Y cuando se cayó por las escaleras?” “O cuando aparecieron todos los colchones por el suelo y los pasillos”. Los profesores son más discretos y no quieren contar nada. Lo que pasa en el curso, se queda en el curso.

Juan Carlos Alandete lleva “sólo” 20 años siendo profesor de trompeta en el curso de Astorga. “Es increíble la cantidad de alumnos que siguen viniendo año tras año, que van creciendo musical y personalmente. Es un curso muy bien organizado ahora por Milagros y Abraham, y los niños más pequeños están siempre controlados y guiados por monitores que se encargan de que todo salga bien”.

Este año, Juan Carlos tiene 12 alumnos. Por la mañanas se dedican a hacer técnica todos juntos y luego algunas clases indivuduales, dependiendo del nivel de cada uno, para mejorar y perfeccionar la postura o el sonido. Si echa la mirada atrás, se siente muy contento de haber formado parte durante tantos años del curso Internacional de Música de Astorga. “Para mí es un orgullo poder decir que los grandes trompetistas que están ahora en Castilla y León y que tienen mucha calidad han sido alumnos míos”.

El pasado miércoles, algunos de los profesores se subieron al escenario y tocaron para todos los alumnos. “Tocar frente a ellos (los alumnos) es una grata experiencia, porque enseñas un poco de ti mismo y a tus propios alumnos dónde está”, confiesa el profesor de fagot Bernardo Verde. Es el profesor más novato del 2016, ya que es su primer año como docente en Astorga. Llegó para sustituir al profesor anterior y declara que se siente muy feliz de haberlo hecho. Por supuesto, repetiría la experiencia.

Farroni es también uno de los profesores que tocó el pasado miércoles 13. “Me gusta que los profesores nos animemos a tocar, para que los estudiantes vean que nos ponemos nerviosos igual que ellos, que nuestras experiencias y situaciones musicales y de cara al público son muy similares a las que están pasando ellos”. Este año tiene 17 flautistas a su cargo llegados desde todas partes de España, y les anima a tocar cosas diferentes. “Intento que se lo pasen bien tocando, por lo que interpretamos obras que son conocidas como el Cancan de Offenbach o un arreglo de la Overtura de Las Bodas de Fígaro de Mozart. También he procurado poner una obra muy contemporánea de Ian Clarke en la que los alumnos tienen que gritar, que imitar sonidos de ballenas, para así perder un poco el miedo escénico”.

Las mañanas se dedican a estudiar música y las tardes a la banda y la orquesta del curso. “Es toda una experiencia tener a tantos y tan variados alumnos. En la orquesta de cuerda tengo alumnos desde los 10 años hasta los 17. Entre ellos se apoyan, y aparte de una educación musical, tienen una educación más humana”, dice Joaquín Clemente, profesor de contrabajo y director de la orquesta. Aunque sabe que los astorganos esperan el concierto de banda de esta tarde, dice que el público se va a sorprender gratamente con la orquesta.

Esta tarde desde las 20 horas se podrá disfrutar del concierto en la Plaza Mayor. Y el Curso de Música se despedirá hasta el próximo año.