El periodista se queda anonadado. Algo que debía ser motivo de orgullo, de trabajo conjunto se vuelve por arte de los intereses políticos, y por ende, electorales una carrera por colgarse la medalla meritoria. Inaudito. Me refiero a la solución de la planta Vestas del polígono industrial de Villadangos del Páramo, que poco a poco se está convirtiendo en el polo industrial de León y buena parte de su provincia. Detrás de la compra de Vestas está un holding madrileño especializado en la importación, exportación y comercialización de acero y derivados con sede en Madrid y tres plantas, dos en Aranda de Duero y una en Santander. Su trayectoria en Castilla y León nació en febrero en noviembre de 2011 en una planta ubicada en la localidad burgalesa de Aranda de Duero. Todoaceros posee las instalaciones de decapado de bobina laminada en caliente más modernas de Europa.
Un año después, en 2012, abrieron una segunda planta en la misma ubicación. Aranda Coated Solutions trasforma la bobina galvanizada en bobina y fleje prepintado, alcanzando una producción de 100.000 toneladas al año. En el capital de este holding, con sede central en Madrid y oficinas en Shanghai, Network Steel Resources consolidó ventas de 234 millones de euros en 2015, con un beneficio de cinco y una plantilla de 83 trabajadores.
El logro del acuerdo para reflotar la planta de Villadangos se lo otorga la delegada del Gobierno, Virginia Barcones. y por lógica a su Partido Socialista como Gobierno de España. Al día siguiente, la consejera de Economía de la Junta Pilar del Olmo, del PP, replica que han sido ellos los que han buscado y pilotado la negociación. Y así un día y otro también. Lo que no se dan cuenta, en especial Barcones, es que la Junta inició el trámite y el Ministerio de Industria lo cerró. El espectáculo aburre a la opinión pública. Las medallas no se autodan, las otorgan terceros