La Nueva Crónica’ publica hoy la segunda parte de la entrevista hecha en la prisión de Mansilla de las Mulas (León) a Montserrat González y Triana Martínez, madre e hija condenadas por el asesinato de la que fuera presidenta de la Diputación y del PP provincial, Isabel Carrasco, abatida a tiros el 12 de mayo de 2014. La autora confesa de los disparos no muestra, como ocurrió en el juicio, ni un atisbo de arrepentimiento. “Arrepentirme, no. Lo hubiera hecho bien, que es distinto. Matarla, desde luego que la iba a matar, eso como hay Dios. Eso sí que lo he dicho y lo diré toda mi vida: esa ya no iba a beber más agua y ya está”, señala.
“Primero es mi hija y por lo menos está viva. Está sufriendo aquí pero por lo menos estamos juntas”, apunta una Montserrat que insiste en que nunca hizo seguimientos a Carrasco y que el día de los hechos “fue una casualidad increíble, pero si no lo sabía ni ella, si iba a ir acompañada o no. Jamás hubiera disparado si fuera con otra persona”.
Triana insiste en que siente “impotencia infinita” por el veredicto del jurado, al que critica con dureza. “O son retrasados o pagaron a uno y les engañó a todos. O quizá pueden ser los más cortos de la provincia. Es que dijeron ‘hechos probados’, que yo sabía que mamá iba a ir disfrazada, por la pasarela y disparar por la espalda… Si el siguiente lunes era su cumpleaños y la había ‘enrrollado’ para ir por ahí a ver escaparates”.
La hija también alude, sin desvelar su nombre, al ‘alto cargo del PP leonés’ con el que asegura que mantuvo una relación durante años y hasta el momento del crimen, oculta porque él está casado. “No es el único caso que hay en el PP y otras cosas muy feas”, añade. Se queja del trato que ambas reciben en prisión y afirma que en los dos años que lleva en la cárcel ha aprendido muchas cosas.
“He aprendido qué cinismo hay en el mundo, qué hipocresía y que las apariencias engañan, cada vez más y en todos los sentidos. En mís círculos, desde luego, lo más gordo y en este también, porque aquí está pagando gente cosas y los que más roban son los que les están encerrando y eso es surrealista”.
Si prosperase el recurso que reclama su libertad provisional, se plantea abrir un negocio en León, “un bar o algo así”. Pero de lo que más ganas tiene, dice, es de comer porque asegura que “muere de hambre. “Estoy en costillas, siento que he pasado lo que nuestros abuelos. He adelgazado mucho pero sobre todo me he desnutrido. Me mantengo a base de dulces”, relata. ‘La Nueva Crónica’ ofrecerá el domingo 22 de mayo la tercera y última parte de esta serie de entrevistas.