Mitsuyasu Maeno: la loca historia del actor de cine erótico que se inmoló en un ataque kamikaze

Se estrelló contra la mansión del ex líder de la Yakuza Yoshio Kodama, al que consideraba un traidor pero al que con anterioridad había admirado
A la izda, el yakuza Yoshio Kodama; a la dcha, el actor de cine erótico Mitsuyau Maeno

Alberto Díaz Rodríguez

El 23 de marzo de 1976 el piloto aficionado y actor de cine erótico Mitsuyau Maeno acudió a primera hora de la mañana junto a dos amigos al Aeropuerto de Chōfu, donde alquilarían dos avionetas Piper Cherokee con la aparente intención de grabar una película. La verdad era muy distinta. Alrededor de las diez de la mañana, el aeroplano de Maeno, ocupado solamente por él, se estrellaba en la mansión del ex líder de la Yakuza Yoshio Kodama, falleciendo el actor y resultando dos criados de Kodama heridos.

Para comprender el porqué de este ataque es necesario remontarse a la década anterior, cuando la compañía aeronáutica estadounidense Lockheed sobornó a altos cargos del ejército y gobierno japonés para que comprasen sus productos. Este escándalo, destapado a finales de 1975 por una investigación del senado estadounidense, no se reducía al país asiático. Lockheed había sobornado al príncipe de los Países Bajos Bernardo de Lippe-Biesterfeld o al ministro de defensa de Alemania Occidental Franz Josef Strauss. La mayoría de los pagos se realizaron para que las fuerzas aéreas de los distintos países involucrados comprasen el caza a reacción Lockheed F-104 Starfighter, un avión que presentaba un elevadísimo número de problemas: unas alas demasiado cortas y un motor con demasiados dos errores y fallos en el asiento eyectable provocaron la muerte de ciento quince pilotos solamente en Alemania.

 

Lockheed F-104 Starfighter

 

En Japón los sobornos no se limitaron al Starfighter, empleado por Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón desde 1962 hasta 1984, sino que los directivos de Lockheed sobornaron al primer ministro Kakuei Tanaka para que la aerolínea estatal  All Nippon Airways (ANA) comprase el reactor de pasajeros Lockheed L-1011 TriStar en lugar del McDonnell Douglas DC-10. El TriStar resultó ser un auténtico fracaso comercial debido a una serie de accidentes los cuales provocaron, junto al descubrimiento del escándalo de sobornos, la casi total ruina de la Corporación Lockheed.

Fue en la compra de los TriStar donde intervino el yacuza Kodama. Nacido en 1911, Yoshio Kodama se había lucrado durante la ocupación japonesa de Manchuria, la cual duró desde 1931 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, gracias al tráfico de opio, droga endémica de la región invadida. El Ejército imperial aprovechó el narcotráfico para financiar las guerras primero contra China y la Unión Soviética y luego contra Estados Unidos. Tras la rendición de Japón el día 2 de septiembre de 1945, Kodama fue juzgado como criminal de guerra y encarcelado en una prisión de Tokio. No obstante, sería liberado por los estadounidenses a cambio de su colaboración en la lucha contra el Partido Comunista Japonés, legalizado en 1945.

Años después, mientras donaba altas cantidades de dinero al Partido Liberal Democrático -el principal partido de derecha japonés al que pertenecieron Kakuei Tanaka y el actual primer ministro Shinzo Abe-, el ex presidiario buscaba al tiempo formar una alianza entre los principales clanes de la Yakuza, el Yamaguchi-gumi y el Tosei-kai, para hacer frente al movimiento sindical y socialista. Cuando en 1960 estallaron fuertes protestas en Tokio contra la alianza entre Japón y Estados Unidos Yodama logró reunir a unos diecisiete mil matones de la Yakuza y diez mil militantes Uyoku-Dantai (ultraderechistas japoneses) para hacer frente a los manifestantes.

En 1970 el escritor nacionalista Yukio Mishima llevó a cabo un fallido golpe de estado en un cuartel militar de Tokio, suicidándose tras el fracaso de este. Mishima sirvió de inspiración para cientos de jóvenes Uyoku-Dantai, entre los que se encontraba un joven aspirante a actor de veintidós años llamado Mitsuyasu Maeno. En 197, éste asistía a un mitin nacionalista en el Hotel Okura en Tokio organizado por Kodama. Maeno quedó fascinado por los discursos del líder criminal y sobre todo por la composición ‘Canción de la Raza’, un himno nacionalista compuesto por el propio Kodama.

Yukio Mishima

 

No obstante, esta admiración concluyó cuando se destapó la participación de Kodama en el escándalo de los sobornos. Así, Maeno declaró que Yoshio no sólo había traicionado los principios del bushido (el código de honor de los samuráis, uno de los principales pilares del movimiento nacionalista japonés) sino que directamente había traicionado a Japón al haber colaborado con una empresa extranjera en el que sería junto al Watergate el caso de corrupción más importante de la década de 1970.

Durante los días previos al ataque, Maeno sobrevoló el rico barrio de Setagaya, donde Yoshio residía. Debido a un ictus sufrido en 1975, el ex yakuza permanecía la gran mayoría del tiempo dentro de su mansión, por lo que Mitsuyasu Maeno pensó que el ataque del 23 de marzo sería un éxito. El actor preparó el ataque de forma que recordase a los vuelos suicida kamikaze de la Segunda Guerra Mundial, estando él y sus acompañantes, quienes desconocían la verdadera intención del vuelo, ataviados con el uniforme de los pilotos suicidas: con la insignia nacional en el hombro y con una banda con la bandera del sol naciente o Kyokujitsu-ki atada a la cabeza. Tres cuartos de hora después del despegue, Maeno se separó de la otra avioneta en la que viajaban sus acompañantes y partió hacia Setagaya diciendo que tenía “asuntos pendientes”. Las últimas palabras de Maeno, captadas por un radioaficionado fueron: Tennō heika banzai!, lo que se traduce como ‘Larga vida al emperador’, la misma frase que utilizaron los pilotos kamikaze en la Segunda Guerra Mundial.

Tras el fallido ataque, pues el líder yacuza no estaba en casa, varios grupos nacionalistas acudieron al lugar del siniestro, produciéndose episodios de tensión entre las autoridades y los integrantes del Uyoku Dantai.

Yoshio Kodama falleció en 1984 a causa de su segundo ictus.

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