Este domingo 2 de octubre, en la Catedral de Astorga el Obispo Juan Antonio Menéndez ofreció a los feligreses el pregón para acompañar y bendecir a los misioneros. La campaña del Domund 2016, que se celebra el domingo 23 de octubre, recuerda a todos los hombres y mujeres que cooperan en todo el mundo para ayudar a las personas más necesitadas.
Acompañándole estuvo la misionera Pilar López, que trabaja en Albania y que compartió con los asistentes algunas de sus experiencias y sus palabras como misionera. Fragmento final del pregón misionero de Monseñor Juan Antonio Menéndez:
“Sal de tu tierra para ser solidario con los más necesitados, con los pobres y los enfermos que esperan la liberación de todos sus males. Sal de tu tierra para ver a Cristo, la luz del mundo que alumbra a todo hombre y ser tú también luz para todos. Sal de tu tierra y de tu casa como el padre del hijo pródigo para otear el horizonte y esperar con los brazos abiertos a los que un día abandonaron la fe y la familia cristiana. Sal de tu tierra para abrir las puertas del corazón y de la mente de tantos hombres que encerrados en su ceguera no pueden contem el rostro de Dios. Sal de tu tierra como han salido tantos misioneros y misioneras de nuestra Diócesis que hoy repartidos por los cinco continentes anuncian el Evangelio, ellos son los mejores embajadores de nuestra diocesis y cuando vuelven a ella su testimonio es como la brisa matutina que nos despierta de nuestros letargos y sueños. Sal de tu tierra si el Señor te llama a entregar tu vida, tu dinero y tu tiempo a la misión, no digas nunca que no; no pongas pegas, no lo dudes, porque quien llama da la gracia y la fuerza para llevar adelante la misión. Sal de tu tierra hacia el mundo con la cabeza bien alta, porque la misión que el Señor te encomienda es dar luz y calor al mundo que muere de frío. Sal de la tierra y recuerda que la gracia de Cristo te precede porque ya ha sido derramado el Espíritu Santo para renovar la faz de la tierra, tu labor y mi labor consiste en ayudar a todas las gentes a coger con libertad la gracia del Señor y el don de la fe. Sal, en fin, de ti mismo, cógete de la mano de María, que desde el cenáculo acompaña a la misión de la iglesia y la misión de cada misionero. A ella, reina de los Apóstoles, encomendamos esta campaña del Domund 2016, para que muchos se animen a salir de su casa, de sus cosas, de sí mismos, para entregarse por completo a los demás y gozar ya en este mundo de las alegrías del cielo”.