ICAL. Como era de esperar, el interior de la catedral de León se quedó pequeño para albergar esta tarde el funeral por la que fuera presidenta de la Diputación de León y del PP provincial, Isabel Carrasco. Numerosos cargos del mundo de la política asistieron al último y emotivo adiós de la política leonesa, que durante toda la jornada de hoy ha recibido el cariño y el respaldo, no sólo de los dirigentes del Partido Popular y de otras formaciones y colectivos públicos, sino también de los propios ciudadanos.
La expectación era máxima desde primera hora de la tarde en la plaza de Regla, donde la Catedral de León aguardaba majestuosa pero triste en una jornada totalmente soleada y con una temperatura agradable. Eso hizo que fueran muchos quienes decidieran acercarse hasta la seo leonesa, unos movidos por la curiosidad de ver a los numerosos cargos públicos llegados en el día de hoy hasta León, y otros todavía sobrecogidos por la trágica muerte de la presidenta de la institución provincial.
Faltaba todavía media hora para el inicio del funeral cuando se abrieron las puertas de la catedral, e instantes más tarde llegaron las primeras autoridades, que accedieron al interior del templo por la puerta central, delimitada por un cordón de seguridad. Además de alcaldes y presidentes de diputaciones provinciales, en especial de Castilla y León, también llegaron la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el portavoz del PP al Parlamento Europeo, Miguel Arias Cañete, y el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, así como el secretario general del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y consejeros de la Junta de Castilla y León.
Con un goteo incesante se unieron otros cargos políticos, muchos de los cuales pasaron durante la mañana por la capilla ardiente ubicada en la Diputación provincial, aunque otros llegados exclusivamente para el funeral. Entre ellos estaban el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, y el secretario general del PSCyL, Julio Villarrubia, que llegaron acompañados de otros cargos socialistas en la provincia de León.
Las últimas autoridades en llegar al interior del templo fueron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el delegado del Gobierno en la comunidad, Ramiro Ruiz Medrano, y la presidenta de las Cortes, Josefa García Cirac.
El féretro fue recibido puntualmente por los obispos de Astorga y León, Camilo Lorenzo y Julián López, así como por el auxiliar de Santiago de Compostela, Jesús Fernández, que regresaron al interior del templo en medio de un silencio sepulcral. Una vez que el obispo de León tuvo las primeras palabras de recuerdo para la víctima y su familia, y cuando las autoridades ya se encontraban en sus respectivos asientos, fue cuando se permitió el acceso de los ciudadanos al interior del templo.
Emoción, sorpresa, pero sobre todo curiosidad y mucha gente mayor que no quiso perder la oportunidad de ver “a los que salen en la tele”, decía una mujer. Otro hombre que se posicionó “lo más cerca que nos dejen” declaró que, aunque no comulgaba “demasiado” con Isabel Carrasco, la forma en la que ha muerto “no es aceptable en ningún caso”, añadía.
En el exterior fueron muchos los que prefirieron esperar a la salida de las autoridades en medio de una tarde agradable, aunque los comentarios sobre este trágico suceso y la manera de producirse se repetían en más de un grupo, en su mayoría de gente mayor, que fue la que copó la plaza de Regla, también con una fuerte presencia policial. Independientemente de los motivos que llevaron a cada uno a este lugar, la comunión mayor o menor con el partido, el sentimiento generalizado era el de “que descanse en paz”.