Midiendo la hierba del prado

 

Las escenas de carros de hierba (¿por qué no yerba?) en medio de las praderas y arrastrados por vacas o bueyes hoy sólo se pueden contemplar en viejas fotografías, como la que acompaña a este artículo que está tomada, como no de la Red. No me cabe la menor duda de que imágenes como esta son recordadas perfectamente por muchos lectores. Es evidente que el cada vez mas acelerado cambio en nuestro modo de vivir hace que escenas que hace “dos días”  nos resultaban cotidianas ahora nos parezcan muy lejanas. Por este motivo conviene estudiar e investigar el pasado (un pasado que es casi presente pero que se nos escapa a un ritmo cada vez mas acelerado) y mira por donde me encontré hace escasos días con un asunto que ya conocía, pero sobre el que aprendí algo más.

En mi  pueblo se hablaba siempre de carros de hierba, pero yo hace tiempo que supe a través de documentos del siglo XVIII (Catastro de Ensenada) que en El Bierzo se utilizaba como unidad de medida (capacidad o volumen) de la hierba de los prados el balagar. En el siglo XX y hasta donde yo se en mi pueblo la noción de balagar se perdió por completo, pero  resulta que hace escasos días analizando de nuevo el Catastro de Ensenada (referido a pueblos del entorno de Congosto) me enteré de que un balagar era un volumen de 4 “mañizas” (haces) de hierba y que cuatro balagares hacían un carro de hierba.

Como en otras tantas situaciones similares las medidas utilizadas hace siglos eran muy poco precisas. Hoy día tratamos de afinar mucho mas la puntería, pero… ya hablaré después de este asunto.

CUBICANDO

Una “mañiza” de hierba era la cantidad que se solía colocar encima del yugo de un carro arrastrado por bueyes o vacas. ¿Cuales eran sus medidas?. Esta es una pregunta que hasta puede resultar improcedente o incluso impertinente ya que eran más o menos variables. Es como si queremos saber con rigor la extensión del humo de un cigarrillo,  pero podemos decir que una mañiza o un haz de hierba seca bien podría ser equiparable a un cilindro de un diámetro de 1 metro y una altura de 2 metros.  Esto supone un volumen de 1,57 metros cúbicos. ¿Cual es el peso?. Otra pregunta impertinente. Dependerá del grado de compactación de la hierba. No obstante por lo que yo recuerdo podrían ser unos 15 kg. máximo. Por tanto redondeando o “por un alto” como decían los antiguos la densidad media de un haz o una mañiza de hierba seca bien podría ser de 10 kg. por metro cúbico.

En consecuencia si en un carro caben 4 balagares y cada balagar contiene 4 mañizas el volumen de un carro de hierba podría ser de unos 25 metros cúbicos. No obstante hay que tener en cuenta que la hierba seca (y también la verde) se compacta mucho. Claro que esta compactación en las partes mas externas del carro era muy inferior a las del interior donde se procuraba pisar la hierba en el proceso de carga. Un carro de hierba como el de la imagen puede tener un volumen de unos 30 metros cúbicos (5 de largo y de ancho y alto 2,5 metros). Habida cuenta que los antiguos trabajaban y calculaban con unos márgenes de indeterminación mucho mas amplios que los actuales bien podríamos admitir que un carro son en efecto 4 valagares o si se quiere 16 mañizas de hierba seca. En cuanto a su peso serían en hierba podrían ser unos 300 kg.

CONCLUYENDO

En la Red he buscado información al respecto y veo como he dicho que en Asturias si se empleaba y al parecer aún se emplea, el balagar como unidad de volumen para medir la hierba cosechada en los prados. No obstante en este y otros casos los métodos o las artes de medida que se utilizaban hace siglos eran muy imprecisos, …para la mentalidad de nuestros días. No obstante antes de tachar de ineptos o estúpidos a nuestros antepasados hemos de tener en cuenta varias circunstancias. Una que no tuvieron la suerte de vivir en una sociedad en la que fuese fácil acceder al conocimiento científico en general y a las técnicas de medición en particular. Otra no menos importante es que la Ciencia y la Tecnología de siglos atrás era muy deficientes comparadas con la actual y por último no hemos de olvidar que la realidad del Mundo que nos rodea nunca la podemos conocer del modo totalmente exacto y en sus mas mínimos detalles. Al medir una finca por ejemplo siempre trabajamos con un cierto margen de incertidumbre, que no obstante es por norma general totalmente despreciable. Actualmente tampoco conocemos exactamente la realidad del Mundo que nos rodea aunque la conocemos mejor que nuestro antepasados. Seguramente a varios siglos vista, si la Humanidad sigue existiendo, nuestro lejanos sucesores puedan decir de nosotros que éramos unos “chapuceros” cuando tratábamos de medir un terreno, o cubicar el volumen de agua de lluvia que cae en un aguacero en una zona concreta.

En cualquier caso creo que es bueno que esos conocimientos del pasado (definición de balagar por ejemplo) se conserven ya que asistimos a un proceso de cambio cada vez mas acelerado en nuestro modo de vida. La imagen que adjunto está tomada de la Red como he dicho (lembranzas.wordpres.com) y aparece acompañando a un texto del que es autor E. García de la Calzada.

Madrid, 14 de abril de 2018

                        Rogelio Meléndez Tercero

 

 

 

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