Un socialista leal, un amigo entrañable y sincero…
Un Señ0r en el más noble sentido de la palabra
Nosotros nos conocimos en la primavera de 1977, cuando estábamos en los prolegómenos de la
Campaña Electoral de ese año…, en Santa María del Páramo donde ejercía la enseñanza de las
matemáticas en uno de sus Centros Públicos cuando llego a León desde sus tierras de La Rioja.
Te presento y acompañaba, Roberto Fernández, el eterno militante socialista del lugar. A mi me acompañaban, Baldomero Lozano reción “aterrizado” en el León de sus amores, Gregorio Pérez de Lera, ambos fallecidos, y Marisa Martínez. Tomamos unos cafés, nos contaste tus
peripecias vitales, nosotros nuestras ilusiones. Y desde entonces nos acompañestes con tu
militancia fiel al ideario y tu compromiso por un futuro mejor.
Después vino tu paso profesional al Instituto de Valencia de D. Juan, tu adscripción aquella Agrupación Local del PSOE, donde sincronizaste rápidamente con los jóvenes liderados por Miguel de Lera, José Luis ….y, los veteranos Indalecio, Osma o Carlos Mauri (tio), que te y nos
provocaron no pocos dolores de cabeza, por la “primogenitura” en los derechos “adquiridos” para
estar y representar las siglas, dentro y fuera del Partido en el ámbito local. Continuo, con la preparación de las Elecciones Locales, donde nos entregaste al igual que Pedro Vizcay, tu buen saber pedagógico, para ilustrar a nuestros noveles candidatos a los
Ayuntamientos de Abril de 1979, en el comportamiento y manejo de los órganos de las
Instituciones Locales, ya que todos carecíamos de la experiencia, como no fueran las
Asambleas, Comités o Congresos, mediante la aplicación de sus respectivos reglamentos.
Seguido vino, Tu llegada a la Diputación en 1980, tras la dimisión de Manolo Cabezas en el ya
“cainita” comportamiento del Partido en León, entonces Federación Socialista Leonesa. Es en ese puesto de Presidente de la Diputación, cuando más entregaste, no solo a los socialistas si no a los leoneses, tu voluntad de trabajar por los demás en la búsqueda de una sociedad mejor
que hereden nuestros deudos.
Más tarde continuo el “cainismo”, al que se unió “el conmigo o contra mi”, de José Luis Rodríguez
Zapatero, que te descabalgaron de todos los puestos, por sus afines. Pero no es menos cierto que también estaba tu posición personal en el asunto “Autonómico” en el que coincidíamos que los leoneses decidieran su futuro. Recuerdo cuando me comentabas, las presiones que
recibiste y los emisarios que te las trasladaban, una que te dolió sobremanera, la de Ángel Capdevila. Volvimos a encontrarnos en AERLE, Asociación para el estudio de la represión en León, donde la noble reivindicación de la menoría histórica nos enfrento en la necesidad de su apertura a la sociedad. Tus razones en el análisis del ¿por que y como?, eran incompatibles con las mías
coyunturales. Hoy solo me queda darte la razón y decirte que el equivocado era yo, no solo en la
perspectiva del tiempo, si no en lo ocurrido posteriormente en su dirección egoísta.
A continuación y por ultimo, tu inconformismo con lo convencional que anquilosaba al Partido, su
perdida de presencia publica o de fuerza electoral, las maneras de elegir y conseguir los liderazgos de sus cúpulas. Te llevaron a configurar, la que ayer conocimos como Compromiso Socialista en León, hoy transformada con otros, en Críticos a las estructuras y decisiones Provinciales, Autonómicas o Federales, que no comparto en su totalidad y formas, pero si en su fondo y en algunos aspectos puntuales.
Además de en lo ideológico, te seguí en tu experiencia vital y social, que tan bien reflejaste, en tus obras publicadas. “El Sur de León. La comarca de Valencia de Don Juan y Valderas” (2002). “Recuerdos y reflexiones de un caminante” (2011). Donde desarrollas tu voluntad de trabajar por los demás, y en concreto por dar a conocer a “tus paisanos de adopción” del sur de León o, lo que para ti a supuesto el camino político y las gentes que te acompañaban.
Siempre conmigo te comportaste como, un Señor en el más noble y amplio sentido de la palabra,
pero también con el resto de los humanos, todos los que a ti se acercaron o tu a ellos, te
reconocen en justicia esa virtud. Yo te reconozco además, tu lealtad al ideario socialista sin
bandería ninguna, aunque tenias opinión en todo momento, unas veces concordante y otras no.
Una larga y penosa enfermedad, agravada por una inoportuna afección pulmonar, fue la última
causa que nos separo de tu entrega, tu compromiso, tus muchos esfuerzos, dedicaciones,
sufrimientos y luchas por y para el socialismo leones. Siempre te recordaremos como a uno de
aquellos, que hicieron posible el resurgir la Democracia y un Partido. Por eso siempre te
agradeceremos el haber sido como eras, tan sincero, fiel y honesto. Solo decirte que hombres como tu, hacen honor al pensamiento que dice: que, ” los socialistas no se entierran se siembran…” y tu semilla fructifica.