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S. G. ‘Dulces la Mallorquina S. L.’ (Dulma) es la mejor empresa para la Asociación de Empresarios de Astorga y Comarca (Asemac) en el 2014. En esta categoría se ha premiado a una empresa que ha destacado durante todo el año por mantener puestos de trabajo -son 38 en plantilla-, por realizar mejoras arriesgadas en sus instalaciones y por ofrecer un servicio de gran calidad, que cuenta con el sello de Indicación Geográfica Protegida de Astorga (I.G.P.) y el certificado ISO 9001. Esta empresa ya obtuvo el premio al comercio tradicional y lleva desde 1916 en marcha.
Dulma va por su tercera generación y empezó en un pequeño obrador de Confitería con José Rodríguez Barros al mando. José Rodríguez supo adaptar el negocio a los nuevos mercados y apostó por una fábrica donde los productos pasasen del ámbito local al nacional. El próximo año, la empresa celebrará su centenario y los tres hermanos que dirigen la producción se sienten muy contentos, a la par que “tristes por no compartir este momento con nuestro padre, recientemente fallecido”, explica uno de los hijos y gerentes de la fábrica, Gonzalo Rodríguez.
Para este empresario el premio de Asemac significa “un gran espaldarazo, que después del riesgo que ha supuesto la última inversión supone un reconocimiento que te impulsa a seguir apostando por la mejora constante”. Desde Dulma creen en una empresa en la que todos sus trabajadores deben ser como una gran familia. Rodríguez agradece la dedicación de todos los trabajadores que han pasado por la empresa y componen en estos momentos la plantilla, 38 contando los empleados de las confiterías, y prevé que en los próximos años se pueda ampliar en un 15 o un 20%.
La gran apuesta de este año para ‘Dulces la Mallorquina’ ha sido la realización de una importante inversión para modernizar sus instalaciones. La ampliación estructural se ha concretado en 2.000 metros cuadrados, con la cual han regenerado la construcción antigua, para poder adaptar las instalaciones a una mayor funcionalidad. De esta forma “tenemos más espacio para almacenar las líneas nuevas de fabricación y así poder desarrollar más productos y ser más competitivos”, señala el gerente de la fábrica. Ahora, con la obra terminada, “nos encontramos en la fase de ir incorporando maquinaria nueva para crear nuevas variantes de sus productos, en la que hemos invertido 400.000 euros”, añade.
Sus productos estrella son las mantecadas y el hojaldre, el cual esperan readaptar al mercado innovando sobre su base con una nueva línea de productos. “Una de las ideas es dar un baño de chocolate a esta base de hojaldre e iremos ofertando otras variaciones” indica Rodríguez.
Las mantecadas de Dulma cuentan con el sello de Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.). De esta forma siguen un proceso casi artesanal, en el cual hay requisitos imprescindibles con el tipo de ingredientes que usan y su porcentaje, para que de esta forma se mantenga una receta tradicional que unifica a todos los fabricantes de mantecadas de la zona. “Nuestros productos son típicos por eso nuestra mayor aportación frente a otros es esta dedicación y experiencia a la hora de escoger las materias primas”, explica Rodríguez. “Además, poseemos maquinaria puntera que nos permite ser muy competitivos para poder cumplir con cualquier demanda”.
Dulma cuenta con 400 tiendas y ahora mismo exporta a Inglaterra, Francia, Suiza y Portugal. “Para este año pretendemos meternos en el mercado de Chile, pero aún está por cerrar, ya que la legislación no es la misma que en Europa y esto complica las cosas”, explica uno de los gestores de la empresa. Gonzalo Rodríguez se siente orgulloso de ser astorgano y muestra su agradecimiento al Ayuntamiento de la ciudad, que les ha facilitado “mucho” las cosas y a Asemac por este premio que supone un estímulo para seguir trabajando y mejorando.
