Un año más la Junta de Castilla y León prioriza objetivos y proyectos insostenibles
“marca de la casa”. La importancia del medio ambiente para el ejecutivo regional
queda perfectamente reflejado en el presupuesto de la consejería de FOMENTO y
medio ambiente. Los datos hablan por si solos, de los más de 200 millones/euros
presupuestados para esta consejería, más de 160 millones se destinarán a ejecución
de obra e inversiones en vivienda, infraestructuras (construcción de carreteras
principalmente), prácticamente todo el presupuesto, frente a los 64 millones que se
destinarán para inversiones en el medio natural, muchas de las cuales son antiambientales,
y solamente 40.000 € se destinarán a desarrollo rural.
A pesar de esta enorme diferencia entre las partidas para Fomento y medio ambiente,
Ecologistas en acción considera, que si de verdad hubiera una clara intención de
conservar y proteger el Patrimonio Natural de la comunidad, el presupuesto estaría
más equilibrado con proyectos que no fueran antagónicos y donde prevaleciera una
idea de avanzar hacia un modelo de desarrollo más real y sostenible teniendo como
referencia, entre otros, los acuerdos internacionales sobre Cambio Climático.
Lejos de apostar por un modelo más acorde con el siglo 21, la Consejería que se
supone de medio ambiente de la Junta de CyL, sigue apostando por licitaciones que
no cumplen con el objetivo de compra verde de su Acuerdo 64/20161 (la compra de
bolsas de plástico, carburantes para vehículos,…), ni se incorpora la sostenibilidad en
las contrataciones de los suministros de energía eléctrica sino que se sigue apostando
por electricidad procedente de energía nuclear y de la quema de combustibles fósiles.
Siguiendo con la política neoliberal de transformar el Patrimonio Natural en un bien
económico más, la Junta de Castilla y León nos vende como inversión en medio
ambiente un Plan de Infraestructuras en los espacios naturales, con un coste (previo
crédito) de 26 millones/euros, con el objetivo de potenciar esta red de espacios, el
objetivo es revitalizar las zonas de influencia de estos espacios, pero de hecho no hay
proyectos serios de dinamización social, ni inversiones útiles y necesarias que
permitan la vida en el medio rural (solamente 40.000€ para 2018), así como tampoco
aparece como prioridad la conservación de espacios y especies.
En cuanto a materia de residuos, se siguen sin cumplir los objetivos de reciclaje, con
datos preocupantes y que muestran síntomas de estancamiento, en torno al 30% en
reciclaje de envases, porcentajes bajísimos de reutilización y reciclaje de aparatos
eléctricos y electrónicos y el total olvido de trabajar con vistas a cumplir los nuevos
objetivos de la Ley de residuos en la recuperación de la materia orgánica.
La consejería sigue sin elaborar los planes de calidad del aire, ni mejorar la ubicación
y distribución de las estaciones de contaminación atmosférica como exigen las
directivas europeas al respecto. No sólo estamos hablando de medio ambiente, este
es un tema que influye directamente en la salud de las personas, sin embargo parece
que es un tema no prioritario para el ejecutivo regional.
Nada de esto nos encontramos en los presupuestos para el próximo año, la apuesta
es clara en favor de la construcción de carreteras y viviendas y la fragmentación del
territorio, en un escenario donde la sequía vivida en 2017 es uno de los efectos
evidentes del cambio climático. Por tanto, emplear el 70% del presupuesto en
proyectos que tienen un coste ambiental elevado nos parece una absoluta barbaridad,
no sólo porque profundiza en el modelo de desarrollo territorial petrodependiente al
fomentar el vehículo privado, los transportes por carretera y el cemento, lo que supone
una clara apuesta por seguir emitiendo gases de efecto invernadero, sino porque se
sigue dejando de lado la red de tren convencional, la rehabilitación y la eficiencia
energética en las viviendas.
La despoblación es una de las grandes lacras de nuestro territorio y no se debe al lobo
o a la fauna salvaje como dice nuestro Consejero, sino precisamente a las políticas
que apuestan por un modelo que da prioridad a los intereses económicos por encima
de las personas.
Por Ecologistas en Acción Castilla y León