Se remó para morir a la orilla. Quedaba una mínima esperanza para Atlético Astorga Juvenil en esta última jornada pero el C.D. La Bañeza se cebó con los maragatos hundiéndolos en un hoyo que se ha ido cavando poco a poco a lo largo de la temporada.
Doble golpe en la ciudad vecina
Seis goles encajaron los juveniles en su último partido de la temporada. Y su último partido en Primera. Seis a cero. Duro, contundente. Seis bofetadas que acabaron con las pocas esperanzas que los chicos tenían para poder salvar la categoría. Se dependía de el resultado del San Andrés siempre y cuando los maragatos puntuasen. Pero tan cuesta abajo se hizo la temporada como este último encuentro.
Doble golpe, la goleada encajada y la pérdida de la categoría. Descenso para un Juvenil que tiene el primer equipo clasificado para la fase de ascenso. Para unos chicos que saben pueden y han demostrado que tienen recursos suficientes para estar en Primera. Pero la irregularidad en los entrenos, la falta de implicación por parte de algunos jugadores, las bajas en fichas…
A perro flaco todo son pulgas. Ahora lamentaremos los males de un desastre que se llevaba anunciando toda la temporada. Lo peor, que hubo que esperar hasta la última jornada para sufrir una amarga y doble derrota.
Mucho ánimo a los chicos y ahora a plantar los cimientos de un equipo que debe volver a la categoría que le corresponde y que debe ser el referente en el que los más jóvenes pongan sus miras de cara a llegar a jugar en La Eragudina.
Parece que toda la responsabilidad sea de los jugadores, y no es así, no estaría de menos preguntarse que ha echo la dirección del club para tener 22 chicos a principios de temporada y acabar con 12, o que han echo estos pobres chavales para tener dos entrenadores está temporada e incluso algunas semanas sin ninguno.