“Más se perdió en la Guerra de Cuba”…aunque no lo parece

Hace escasas semanas tuve conocimiento de que está en marcha una investigación histórica realmente interesante. Miguel J. García González (Jota) y Rafael Goyanes González, están  llevando a cabo una amplísima  recopilación de los militares españoles procedentes de la provincia de León, que tuvieron la “suerte” de defender en Cuba, lo último que nos quedaba del que hace siglos fue el gran Imperio Español. Por lo que yo se de este trabajo de investigación; van visitando archivos municipales y de otra índole buscando datos, que en muchos casos deben ser probablemente inéditos. Es decir documentos que jamás nadie ha estudiado, desde el ya lejano siglo XIX, que fue cuando se escribieron.

En el ayuntamiento de Castropodame debe haber muchos, que en su práctica totalidad están “olvidados” y esperando que llegue alguien con ganas de analizarlos y darlos a conocer. Por ello la tarea de los citados investigadores, me parece digna de toda alabanza y además enorme. Yo les ayudaré en la búsqueda en Castropodame. De hecho tengo en mis apuntes algunos datos (muy pocos) que hace años vi, pero de modo muy escueto. Son datos poco más que simbólicos, que publiqué en una revista local en 1997 ( “La Fuente de la Risa” de Turienzo Castañero).

La Guerra de Cuba o si se quiere las guerras de Cuba y también la de Filipinas que finalizaron en los últimos años del siglo XIX; supusieron un trauma para toda la sociedad española. Su recuerdo ha permanecido en la memoria colectiva (más se perdió en la guerra de Cuba), hasta prácticamente la actualidad. Seguramente en muchos pueblos de España; aún circulan relatos transmitidos de forma oral sobre tal o cual tipo del pueblo que luchó en Cuba o Filipinas. Hoy en día para algunos fueron guerras heroicas y quienes sufrieron, lucharon y murieron en ellas auténticos héroes. Para otros fueron guerras absurdas que España jamás debería haber emprendido. Si los cubanos y los filipinos querían ser independientes; …pues dejar que así fuere y punto. Si luego caían en las afiladas garras de los “yanquis” (como así sucedió finalmente) allá penas. Para estas personas los españoles que allí murieron, fueron unos “pringados” víctimas injustas de los malos gobiernos españoles de la época.

No viene al caso hacer un análisis de esas guerras, aunque no me resisto a añadir que -en mi opinión- los americanos que hoy son tan amigos nuestros, en aquella ocasión actuaron como auténticos “canallas” que bajo bonitas palabras de liberación de pueblos oprimidos lo que buscaban (y lograron) fue adueñase por la fuerza de unos territorios que si bien no eran españoles, tampoco a ellos les pertenecían. El oscuro episodio del famoso barco de guerra estadounidense “Maine”, (que  fue objeto de una voladura en circunstancias que siguen siendo objeto de controversia) y que sirvió como detonante para que estados Unidos declarase la guerra a España; es uno de los más conocidos. Hay muchos detalles  de interés en la actuación de los Estados Unidos en aquella ocasión. Los más recientes discursos sobre “armas de destrucción masiva” tienen un cierto paralelismo con la voladura del Maine.

Para España, aquella guerra fue sin duda una de las más dolorosas y humillantes de toda su historia y por ello el año 19898 se pudo calificar con toda lógica como el “Año del Desastre”. Ver imagen que acompaña a este artículo. En mi opinión no fue una guerra más de los muchas de la historia de nuestro país. Era además una guerra que tras la intervención de los “yanquis” estaba claramente perdida y el almirante español, Pascual Cervera lo tenía bien claro. Sabía que nuestro país iba “directo al matero” como así sucedió. La victoria de los americanos fue aplastante. Los Estados Unidos en su afán imperialista y expansionista se guiaron por la razón de la fuerza, en vez de atender a la fuerza de la razón. “Recordad al Maine, al Infierno con España”, clamaban muchos americanos. Los españoles de hoy en día, no deberíamos olvidarlo, cuando los americanos se pavonean de ser defensores de las causas justas.

Son pues muchas y muy interesantes las cuestiones que cabría analizar con respecto a aquellas guerras. En cualquier caso y al margen de consideraciones políticas, todos estaremos de acuerdo en que aquella guerra o aquellas guerras trajeron mucho sufrimiento a los españoles, tanto a los combatientes como a sus familias y también muchas muertes. Sólo esto, es ya suficiente para afirmar que es una tarea digna de elogio la que están llevando a cabo Miguel J. García González (Jota) y Rafael Goyanes González. Consideremos que en aquellos tiempos ir a Cuba (muchas personas no sabían ni siquiera donde quedaba) era poco menos que morir en vida. Las noticas llegaban tarde y eso de ir a la guerra siempre fue algo de entrada poco o nada grato. Es esta una reflexión, que me comentó uno de los investigadores citados (Rafael) y que comparto plenamente.

Espero que alcaldes y concejales de toda la provincia de León se muestren dispuestos a apoyar esta investigación y se que el ayuntamiento de Castropodame (por ejemplo) así lo está haciendo. No obstante, no me quedaría a gusto si no expresase mi disgusto, por el poco o nulo interés que los vecinos de nuestros pueblos muestran por el análisis racional y científico de nuestro pasado. Hoy ya no vale la excusa (que si valía hace décadas) de que no se pudo ir a la escuela o no hay libros al alcance de la mano. Los teléfonos móviles normales y corrientes pueden ser una fuente de información suficiente, para saber por ejemplo en que año tuvo lugar la batalla de Cavite. Otro tema es que el personal los utilice para,…cualquier otra “estúpida” función que prefiero no citar. Hay que estudiar, leer y pensar más antes de opinar.

En mi opinión personal y como he dicho los descendientes de aquellos que lucharon en Cuba y también en Filipinas, prestan mucha más atención a asuntos triviales e intrascendentes que al tema de las citadas guerras. Esto también es un desastre, aunque  no tan grave como el del año 1898. Esta falta de interés por la historia, es lo que me lleva a puntualizar en el título de este artículo lo de “…aunque no lo parece”. Esto desde  luego hace más  digna de  alabanza la labor de Miguel J. García González (Jota) y Rafael Goyanes González a los que aplaudo y animo y dese mucho éxito en su tarea.

Bembibre, 8 de mayo de 2021

Rogelio Meléndez Tercero

 

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