Más de 56.500 personas visitaron la Cueva de Valporquero la pasada temporada

Las visitas se acercan de nuevo a los datos prepandemia y constan el atractivo turístico de este monumento subterráneo que todavía se ha visto condicionado por las limitaciones sanitarias en las entradas por grupo
Cueva de Valporquero

La Cueva de Valporquero clausuraba el pasado 11 de diciembre la temporada con más de 56.500 visitantes, una cifra que se acerca de nuevo a los datos prepandemia y constata el atractivo turístico de este monumento subterráneo, pero que sigue condicionada por las limitaciones en las entradas por grupo que todavía marcaron el pasado ejercicio.

Un total de 53.055 personas realizaron alguno de los tres itinerarios de la Cueva en 2.036 grupos, a las que hay que sumar las 3.464 personas que han participado en el Curso de Aguas, la actividad de turismo activo de espeleoaventura ofertada por la Diputación en colaboración con las empresas de turismo activo autorizadas. En total, 56.519 visitantes, lo que supone casi un 35% más que en la temporada anterior, con restricciones más estrictas por la pandemia.

El recorrido ‘Valporquero insólito’ registraba 1.049 visitantes en 112 grupos de visita. El itinerario largo, por su parte, recibió 23.468 visitantes en 674 grupos, mientras que el recorrido normal lo han hecho 28.574 personas, de las que 4.021 eran participantes de campamentos y actividades extraescolares, que esta última temporada recuperaban la normalidad.

El itinerario ‘Valporquero insólito’, que se puso en marcha en junio de 2016 incluyendo zonas hasta entonces no transitables y con un trayecto de ida que se realiza prácticamente a oscuras, contó con una media de nueve personas por grupo y se consolida como uno de los atractivos de la Cueva, que se ofrece solo los jueves, sábados y domingos para grupos reducidos y con entradas de venta online. Esta visita dura casi tres horas y recorre tres kilómetros que llevan al visitante hasta la parte alta de la sala de Pequeñas Maravillas, la galería de acceso al Curso de Aguas, la zona baja de la sala de Maravillas, el lago y el final de la Cueva.

La visita normal tiene una duración de en torno a una hora y 1,6 kilómetros de recorrido pasando por la Gran Rotonda, las Pequeñas Maravillas, las Hadas, el Cementerio Estalactítico y el inicio de la Gran Vía, mientras que el recorrido largo se adentra hasta la columna solitaria y las Maravillas prolongando el tiempo de duración de la visita hasta la hora y media y la distancia a 2,5 kilómetros.

Los meses de mayor afluencia fueron, por este orden, agosto, julio, septiembre y abril, y la procedencia de los visitantes ha sido, sobre todo, la propia provincia, Madrid, Castilla y León, Galicia, Asturias, Cataluña y País Vasco.

Además de la actividad turística de la propia Cueva, el recinto acogía la III Olimpiada de Geología de León, diversos programas de radio y televisión, reportajes fotográficos o una ‘Noche de estrellas’, entre otras actividades. Asimismo, el personal de la Cueva participó en el VIII Congreso Español sobre Cuevas y Minas Turísticas – Cuevatur 2022-, con el lema ‘Minas y cueva: patrimonio geológico y turístico’.

Este monumento subterráneo abrió sus puertas al público en general en el año 1966. Desde entonces, bajo la gestión de la institución provincial, y siempre acompañados de guías conocedores del medio, vienen ofreciendo a los visitantes la oportunidad de adentrarse en la profundidad de la montaña caliza y disfrutar de un paisaje de estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas que durante más de un millón de años el agua ha ido esculpiendo de una manera lenta pero constante hasta conformar el paisaje único que ofrece este especial recurso turístico subterráneo en el corazón de la montaña leonesa que tiene una temperatura en el interior de 7ºC todo el año.

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