Más de 500 años de ‘Pasión’

P.F. Una importante tradición la de la Semana Santa de Astorga, considerada en la actualidad de Interés Turístico Nacional. Ocho cofradías componen la que se considera una de las festividades más representativas de la capital maragata, que dio sus primeros pasos de la mano de la Cofradía de la Vera Cruz y Confalón, cuya existencia se remonta al siglo XVI, aunque hay datos que la sitúan ya como asociación en el siglo XIII. Se trata de la institución penitencial más antigua y que a día de hoy es una de las más importantes.

Los primeros documentos trasladan a la Vera Cruz hasta 1568. Por aquel entonces, el sistema de ingreso de cofrades venía marcado por su participación en las procesiones como ‘hermanos de luz’, que alumbraban con hachas las imágenes o insignias, o ‘hermanos de disciplina’ flagelantes.

En sus inicios, esta Cofradía salía en procesión el Jueves y Viernes Santo, pero además, fuera del tiempo de Pasión, colaboraba en el Corpus Christi y en el desfile organizado con motivo de su festividad ‘La Cruz de Mayo’. De ese momento se conservan dos esculturas procesionales: un Cristo Crucificado y un Cristo Flagelado.

En el siglo XVIII, la Vera Cruz se fue adaptando a los tiempos y renovando sus costumbres; se reformaron los pasos y se adquirieron otros nuevos. En la actualidad cuenta con 16.

Sin embargo, la Guerra de la Independencia, en el siglo XIX, causó estragos tanto a la Cofradía como a la Semana Santa en general. Supuso un ‘golpe’ muy grande del que le costó muchos años reponerse.

No obstante, esta Cofradía consiguió que se reconstruyera el edificio de la capilla en el reinado de Fernando VII y se encargó el paso de la Oración del Huerto, realizado en Santiago de Compostela por José Jacobo Linares.

Con el siglo XX resurgió la Semana Santa maragata, y con más fuerza que nunca. A propuesta del obispo Julián de Diego y Alcolea, se creó en 1908 la Junta Pro Fomento de Semana Santa. Una organización que nació con el objetivo de impulsar una festividad que, en aquel momento se encontraba de capa caída. Además, esta junta se empezó a ocupar de la reorganización de los desfiles y de acrecentar el patrimonio escultórico. En este momento también se gestaron nuevas cofradías, si bien las ya existentes se fortalecieron y renovaron, adquiriendo nuevas imágenes.

La Vera Cruz presenta algunos altibajos, al igual que el resto de cofradías, en torno a las décadas de los ’60 ’70, pero vuelve a coger impulso en los ’80. En 1982 salió por vez primera la Procesión del Resucitado, el Domingo de Pascua. En 1989, se recupera el Acto del Desenclavo en el transcurso de la Procesión del Santo Entierro. También se incorpora la Procesión Penitencial de la madrugada del Viernes Santo.

Y ya en los ’90, la noche del Domingo de Ramos se realiza una nueva procesión con el traslado desde el pueblo de Piedralba del Cristo Flagelado.

La última imagen incorporada es la Piedad; obra de J. R. Palmero Alonso.

Una intensa actividad desde hace más de 500 años la que presenta esta cofradía, que es uno de los iconos más representativos de la tradicional Semana Santa de Astorga y que ya cuenta con aproximadamente un millar de cofrades que, cada año, se vuelcan por hacer de esta fiesta sacra, un evento de tradición que excede las fronteras maragatas.