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En una ceremonia llevada a cabo el pasado domingo 12 de mayo en la parroquia de San Pedro de Bembibre, María Ángeles Castro ha sido consagrada como Virgen, convirtiéndose en la única representante de este orden en la provincia de León.
El acto, presidido por el obispo de Astorga, fue un evento cargado de simbolismo y solemnidad. Durante la consagración, Castro fue vestida de novia, recibiendo un anillo por parte del obispo como símbolo de su unión con Cristo, así como el velo y el libro de la oración de la iglesia. Estos gestos representan la unión mística entre Cristo y la Iglesia, con las vírgenes consagradas actuando como testigos vivientes de esta unión espiritual.
Las vírgenes consagradas forman parte del Ordo Virginum, un orden con raíces que se remontan al inicio de la Iglesia, como se menciona en las cartas de San Pablo a Timoteo. Sin embargo, la práctica de la consagración adquiere una dimensión oficial y pública a partir del siglo II, con un juramento de virginidad realizado a través de rituales exteriores.
Actualmente en España existen alrededor de 250 vírgenes consagradas distribuidas por todo el país.
