Elena F. Gordón/ ICAL Marcos Martínez es desde este mediodía el nuevo presidente de la Diputación de León. El que fuera vicepresidente primero de la institución sucede a la malograda Isabel Carrasco afirmó que asume el cargo “con responsabilidad, ilusión y valentía” y también “con el convencimiento de que la senda marcada es la correcta y debemos seguirla para conseguir nuestro objetivo de trabajar por y para nuestra provincia”.
El nuevo presidente juró el cargo en un acto que quiso convertir en un homenaje a su antecesora, a la que definió como “una gestora precisa, incansable en el trabajo, meticulosa, justa y comprometida con cada municipio de la provincia”. “Mi amiga, mi presidenta, mi compañera”, señaló antes de asegurar que se trágica desaparición “nos ha dejado huérfanos a todos; ha dejado huérfana a la provincia porque ella lo abarcaba todo”. Carrasco, afirmó, era “el alma de esta institución, el coraje y la fuerza de la Diputación y su espíritu permanerá para siempre entre los muros de este palacio”.
Martínez tomó posesión tras recibir el apoyo de los 15 diputados del PP, el voto también favorable de los dos no adscritos y del diputado leonesista y con los votos en blanco de los integrantes del grupo socialista en la corporación provincial. A todos prometió trabajar en un clima de consenso, siempre -recalcó- “siguiendo la senda marcada, porque cuando las cosas están bien gestionadas y bien hechas, es obligado seguir la senda. Y eso es lo que se ha hecho aquí en los últimos años, desde un proyecto del que orgullosamente me siento partícipe”.
Emotivo recuerdo
En un discurso no exento de momentos de emoción contenida, quiso también incidir en la faceta más personal de su predecesora. “Era una gran desconocida en el ámbito personal, en el que se mostraba cercana, cariñosa y preocupada por los suyos. Me queda la pena de pensar que la gente no la conociera en ese aspecto que celosamente guardaba para unos pocos”, dijo antes de subrayar el “vacío inmenso, incomprensible tras un acto cruel y lamentable” y desear “que nadie tenga que pasar por lo que ha pasado su familia, sus compañeros y todas las personas que la queríamos, que son muchas… muchas más de las que ella misma creía”.
La toma de posesión contó con una nutrida representación de todos los estamentos. El nuevo presidente de la Diputación estuvo arropado por los de las otras ocho provincias y entre los que no quisieron faltar a la cita destacaron el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, el secretario autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, el presidente del Consejo de Consultivo, Mario Amilivia, el procurador del Común, Javier Amoedo, parlamentarios y procuradores autonómicos de la formación, numerosos alcaldes -entre ellos el de León, Emilio Gutiérrez y el de Ponferrada, Samuel Folgueral-, el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Alfonso Arias, responsables empresariales y sindicales y de organizaciones agrarias y entidades sociales.
Gestión de continuidad
La intervención del nuevo presidente repasó las líneas generales en las que se basa la gestión que llevaba a cabo el equipo de gobierno capitaneado por Isabel Carrasco y repasó aspectos de la política que afectan directamente a la institución provincial. Así, aludió a la reforma local, “que refuerza el papel de las instituciones y creo que fortalezca el municipalismo” e hizo un llamamiento a solventar a corto plazo “dentro del marco de negociación de la Reforma de la Financiación Autonómica la financiación de las entidades locales”.
Recibimiento de la oposición
La llegada de Marcos Martínez a la presidencia de la Diputación se valoró de forma distinta desde la oposición. El diputado de UPL, Lázaro García, señaló que su voto favorable en la elección responde tanto a la amistad que mantiene con Martínez como al voto de confianza que quiere darle en el año de mandato que resta. Por su parte, el socialista Demetrio Alfonso Canedo lamentó que en el discurso de investidura se centrase en repasar la gestión del actual equipo de gobierno y faltasen alusiones reivindicativas al Gobierno de la nación respecto a la minería, al plan de parques de bomberos, al aeropuerto y a cuestiones “que están en el tintero y nos parece un discurso meramente continuista y sin un reto de futuro para las grandes demandas de los ciudadanos de León”. El voto favorable de los dos diputados no adscritos respondió según Matías Llorente a un voto de confianza. “Vamos a esperar una temporada a ver si hay algo de futuro o es solo una línea de continuidad total y absoluta”, dijo.
Mirar hacia adelante
La mención y el reconocimiento a Isabel Carrasco fue una constante en un acto que supone el inicio de una etapa en la Diputación de León y en el Antonio Silván quiso trasladar “el ofrecimiento personal, institucional y político del gobierno regional” al nuevo presidente. “La senda está trazada en la provincia de León y el objetivo compartido es seguir trabajando, seguir sumando esfuerzos y ello dará resultado en beneficio de León, de la Comunidad y de España”, añadió.
Por su parte, Alfonso Fernández Mañueco, subrayó que “tenemos que cerrar una etapa en la Diputación provincial y Marcos es la persona que debe desarrollar esa labor y lo hará con la eficacia y la intensidad que lo hacía Isabel Carrasco”. También tuvo un recuerdo de Carrasco “en su faceta personal y humana. Ha tenido varios cargos pero sobre todo como amiga de corazón, de quien da todo de manera desinteresada y con generosidad. Esa era Isabel Carrasco y es la persona que queremos mostrar”,