Astorga vivió ayer toda la solemnidad del Lunes Santo. La Banda Nazareno y Soledad acudía con paso firme al santuario de Fátima para reunirse con las imágenes de Cristo Crucificado y la Virgen de la Piedad, que salieron a hombros de las braceras de la Cofradía de la Virgen de la Piedad.
A continuación, toda la comitiva se dirigió al la plaza de España, pasando antes por las calles de Alonso Luengo y La Bañeza. Gran número de personas esperaban a madre e hijo en la plaza del Ayuntamiento.
Una vez recorrida la plaza Santocildes, la procesión atravesó la calle Lorenzo Segura, la plaza Obispo Alcolea y Los Sitios, siendo seguida, de manera multitudinaria, por vecinos y visitantes, desde las aceras pero también desde los balcones, dejando a su paso decenas de reseñables estampas, como muestran las fotografías, hasta llegar a la plaza Eduardo de Castro, con el Palacio Episcopal de Gaudí y la Catedral a lo lejos.
Las sombras y las luces jugaron en las calles Portería y San Javier, en el camino a la plaza de la Semana Santa, lugar donde muchos espectadores esperaban pacientes.
La procesión, seguida por la Banda Nazareno y Soledad y las autoridades eclesiásticas y civiles, terminó su recorrido en el Santuario Nuestra Señora de Fátima después de atravesar Alonso Goy, la plaza de la Libertad y las calles Corredor Costilla, Manuel Gullón, Gabriel Franco y plaza San Julián.
En esta última parada fue donde un mayor número de fieles y curiosos no quisieron perderse el Salve Popular con canto a la Virgen. Un momento emotivo en el que madre e hijo parecían comunicarse con el movimiento.
Preciosa. Vergüenza nos dará en San Andrés cuando salga El Bendito Cristo con todos los alrededores de la Iglesia hechos un vertedero.