El escritor de origen chileno pero afincado en Gijón Luis Sepúlveda visitó este viernes la Casa Panero de Astorga como primer invitado de la nueva temporada de ‘Tardes de autor’, organizada por la concejalía de Cultura del ayuntamiento de Astorga. El autor compartió con los astorganos retazos de su vida y de su obra, “a la vieja usanza soy un contador de historias que siente gran apego por la realidad”. No era su primera vez en la ciudad, pues como turista ya la había visitado con anterioridad.
Luis Sepúlveda se introdujo en la literatura como lector. “Tuve la gran suerte de que mi familia tenía algunos libros en casa. Además, soy hijo de la educación pública, laica y gratuita y tuve profesores que me incentivaron la lectura. Tiempo después sentí la necesidad de escribir algo como las historias que leía”, contó este viernes el autor de El viejo que leía novelas de amor. Esta fue su primera novela publicada, “me costó bastante, llegué a España y me cerraron las puertas muchas editoriales, así que volví a Alemania, donde trabajaba como periodista y un amigo me dijo que era una gran novela y me presentó a una editorial que apostó por ella”.
El prolífico escritor admite que su obra es “un reflejo” de su vida, “tengo dos novelas protagonizadas por un personaje llamado Belmonte y que sin llegar a ser álter ego, tienen mucho de mí porque la primera la escribí cuando estaba en un hospital y me habían dado un año de vida. Como había empezado una novela decidí acabarla y darle al personaje mi biografía. Que esté metido en todos los líos que yo me he metido, que sienta como yo siento, que tenga las mismas broncas, esperanzas y amor por vivir que yo”.
En su haber tiene más de una treintena de trabajos publicados y muchos otros que ha destruido porque nunca deja nada guardado en el cajón, “lo que no funciona lo destruyo”. A lo largo de su vida las situaciones han marcado su trabajo y la evolución de sus obras. “Soy un autor que se maravilla con la diversidad de la vida y mi obra es un reflejo de esa diversidad. Me gusta la definición que una vez hicieron de mi trabajo, un crítico fracés dijo que mi obra estaba marcada por la presencia de los más ilustres perdedores. Mis grandes personajes son perdedores, pero ilustres porque saben que perdieron”.
Luis Sepúlveda ha tenido una vida compleja, en 1977 abandonó Chile y le retiraron la nacionalidad chilena durante casi 20 años lo que le convirtió en apátrida. “Nunca he ido detrás de las historias. Estoy convencido de que eso tan formidable que llaman vida está llena de historias pero deciden quién tiene que contarlas y son ellas las que te eligen”.
Sepúlveda ha trabajado la novela, el teatro, el cine y el periodismo, “me enamoré del cine y me encanta que se pueda contar bien una historia en hora y media”. En la actualidad trabaja en una nueva novela de género negro protagonizada por Belmonte y la “mafia terrible de hoy en día que son las iglesias evangelistas”, así como en un cuento en el que la protagonista sea la ballena blanca como la de Moby Dick, pero desde el punto de vista de ella, “quiero que ella sea la cuente su historia”.