Los “paneristas” que cada año recorren los paisajes maragatos, sequedanos y de la Vega del Tuerto partieron este viernes a primera hora de la mañana desde una de las casas del barrio de Puerta de Rey, una casa donde residían los padres de Leopoldo Panero, Moisés Panero Núñez y María Guadalupe Máxima Torbado de las Cuevas. El tema central de este año son los poemas de juventud del escritor astorgano que nación en la Casa Panero y la salida contó con la presencia, además de los senderistas y la organización, el alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, Germán Gullón y José Ramón González García, director general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León.
“Con el “panerismo” lo que estamos haciendo es poner en valor los lugares de Astorga y otras partes que tienen que ver con la vida y obra de Leopoldo Panero”, explicó el organizador Armando Miguélez. Por su parte, el alcalde de Astorga agradeció la iniciativa “que cada año es una difusión y una valoración cultural”. Además, el regidor señaló que la casa desde la que los senderistas salieron este viernes en realidad nunca ha sido de los Panero, “él (Leopoldo Panero) nació arriba en la calle Pío Gullón y aquí residió un tiempo porque en sus imágenes hay alusiones a que desde aquí veían el tren”.
Germán Gullón, hijo de Ricardo Gullón, recordó a su padre y sus amigos y destacó que el caminar “se había puesto de moda” y por eso lo empezaron a hacer Leopoldo Panero, Luis Alonso Luego, Ricardo Gullón y otros amigos. “En el siglo XIX se andaba por las ciudades, Galdós, Pardo Bazán y otros lo hacián, pero con la llegada del 98, lo que ocurre es que empiezan a reivindicarse los paisajes, Unamuno se iba a la Peña de Francia, a la Alberca, era un gran andarín, Juan Ramón Jiménez también. Fue el descubrimiento del paisaje español. Leopoldo, mi padre y sus amigos, una de las cosas que les gustaba mucho hacer era salir y darse paseos por donde vosotros vais a ir, por la Senda Panero, que le llamamos ahora. Recuerdo que mi padre decía que iban con alpargatas y cortaban un palo donde podían para ayudarse a caminar. Esto es lo que hacían y fue en parte por lo que Leopoldo descubrió, con ellos, pero sobre todo él que escribió en versos, esos lugares tan estupendos”.
Por su parte, el director general de la Consejería de Cultura valoró la labor que realiza la Senda Panero en esta su séptima edición. “Siempre pensamos que el patimonio Castilla y León es importante, pero tendemos a pensar en el patrimonio como los edificios, las catedrales, los yacimientos… Pero nuestros escritores, nuestra cultura, son una parte importante del patrimonio cultural. Por eso recordar a un gran escritor como fue Leopoldo Panero es una manera de reivindicar los valores y la figura y construir la memria de ese patrimonio, porque una Catedral es visible, pero a un escritor si no se le lee, si no se le recuerda, la memoria se va borrando y se diluye”.