Varias decenas de tractores salieron este miércoles a las calles de León, convocados por la Unión de Campesinos de León para “pedir que las ayudas vayan a título principal a los agricultores y ganaderos”, al ser ellos “los que se suben todos los días en el tractor, ordeñan y atienden el ganado”, así como que “de una vez se quiten los ‘agricultores de salón’ que existen en el sector”.
En una semana “clave” para la negociación de la Política Agrícola Común, el presidente de la Unión de Campesinos de León, Juan Antonio Rodríguez Ferrero, aseguró que “tras tres años hablando de ella, todavía no se conoce absolutamente nada de qué es lo va a pasar”, de manera que “no se sabe si vamos a tener derechos, quién va a cobrarla o qué ecoesquemas va a haber”.
Rodríguez Ferrero denunció que “se han reducido un dos por ciento las ayudas y un 16 por ciento las convergencias”, al tiempo que se ha creado “una guerra espantosa entre las Comunidades Autónomas”, porque “nadie quier perder su parte del pastel”.
Asimismo, apuntó que Europa está poniendo en la PAC “unos grandes requisitos medioambientales” que conllevarán “más costes a la hora de producir y muchas más condiciones”, por lo que también exigió que “los productos que vienen de fuera tengan las mismas condiciones que se exigen a los nacionales” para que “no se produzca una desventaja”.
En este sentido, señaló que “si no hay unos precios justos y se vende por encima de los precios de producción”, se estará siempre “a expensas del mercado” en una Europa en la que “la agricultura es la moneda de cambio y se está cambiando por otros servicios como la venta de tecnología”.
Si esto sigue así, Juan Antonio Rodríguez Ferrero advirtió que “habrá graves consecuencias”, como ya las está habiendo con “una pérdida de muchísimos activos”, a lo que se suma el problema del relevo generacional. “Como esto no sea atractivo y no esté todo claro, a ver quién se va a quedar en el campo”, concluyó.