El Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla y León solicitó que la Junta declare oficialmente como plaga la procesionaria del pino y ponga en marcha medidas para su control y eliminación de los daños severos en varias zonas de la Comunidad.
Según explicaron los procuradores del PSOE por Palencia, Consolación Pablos y Jesús Guerrero, el Grupo Socialista presentó una PNL y una pregunta parlamentaria ante la “preocupación” existente en varias zonas de la Comunidad, como el norte de Palencia, por los daños económicos y para la salud y las molestias para trabajadores forestales, resineros o usuarios de estos espacios naturales. Los procuradores socialistas aseguran que “jamás habían presenciado unos daños tan cuantiosos en masa de pino piñonero, con lo que supone para la economía municipal actual y de futuro.
Según informan desde el PSOE, esta plaga pone en riesgo las cosechas de piñas de futuros años, por el debilitamiento de los árboles y por lo tanto la merma de rentas, con el paulatino abandono de la superficie forestal, con la pérdida de puestos de trabajo, y con la sensación de abandono que muestran las masas forestales afectadas.
Por otro lado, trabajadores forestales, recolectores de piñas, agricultores, propietarios forestales, ayuntamientos e incluso ciudadanos que viven cerca de las zonas afectadas están mostrando su malestar por los efectos de esta plaga y por los problemas de salud que está produciendo la procesionaria del pino.
Desde el PSOE exigen a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, medidas “urgentes” para evitar en el futuro ataques de estas características mediante un control y actuación más efectivos. Además, según citan los socialistas en la PNL, “ es necesario fomentar la lucha biológica contra esta plaga mediante la potenciación de aves insectívoras que actúan como depredadores de la misma mediante la colocación de cajas nido”.
Solicitud en el Ayuntamiento
En un escrito al Pleno municipal, la portavoz socialista, Victorina Alonso, recuerda que la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) es una especie de lepidóptero que abunda en los bosques de pinos de Europa del Sur y central, donde es una plaga muy extendida. Además de los pinos, habita también en cedros y abetos.
El mayor problema que genera este lepidóptero corresponde a su periodo larvario, cuando las orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas.
La sustancia que le confiere esta capacidad urticante –explica- es una toxina termolábil denominada Thaumatopina. El principal efecto negativo radica en los posibles daños a las personas (especialmente niños) provocados por las poblaciones situadas en las cercanías de las áreas recreativas. Es por tanto un problema de salud pública.
Para controlar las poblaciones de esta especie se utilizan medios físicos, químicos y biológicos. Los medios físicos pasan por la eliminación de los bolsones. Cuando las orugas están dentro, estos se cortan, apilan e incineran destruyendo las poblaciones larvales. En el pasado se disparaba contra los bolsones. La lucha química consiste en la fumigación con insecticidas autorizados (piretroides e inhibidores de quitina y Bacillus thuringiensis), deben que aplicarse sobre las fases larvarias en los primeros estadios de desarrollo, antes que desarrollen los pelos urticantes de tercer estadio. Hasta 2012 se utilizaba la fumigación aérea, pero ahora está prohibida en la U.E.
Tras recordar que en zonas del municipio se advierte la presencia de procesionaria, incluidos lugares donde juegan niños y jóvenes, Victorina Alonso pregunta si la Concejalía de Medio Ambiente está realizando algún estudio y seguimiento de la afectación por procesionaria de los pinos de la ciudad de Astorga, así como por los sistemas de tratamiento que se realizan.
Además, en el caso de que no se esté llevando a cabo ni el estudio ni el seguimiento del problema se ruega que se actúe de forma inmediata.