ICAL Los regantes del Páramo Bajo de León dieron un “voto de confianza” a Seiasa, hasta el 24 de junio, cuando se celebre una junta de seguimiento, tras mantener hoy un encierro de varias horas en la sede del organismo pública en Valladolid. El objetivo es que la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias busque una solución a “la obra chapucera” de algunos sectores. En lo que va de año se acumulan 17 reventones, el último el pasado lunes, que ha afectado a casi 4.000 hectáreas.
“Les damos ese voto de confianza”, señaló el presidente de la Junta de Gobierno, Herminio Medina, tras el encierro, en el que al menos han sacado el compromiso para escuchar las propuestas la semana que viene. “Queremos saber qué proponen, que pidan dinero y lo arreglen, porque la obra la hemos pagado por anticipado y no han sabido llevar una buena dirección”, destacó Medina, quien añadió que sería necesario que lo hicieran también por la “imagen” que da Seiasa con estas averías, porque “no pueden animar a las modernizaciones con estas chapuzas, empeñando a la gente”.
Igualmente, advirtió de hoy los regantes han salido convencidos pero van muy cabreados y “no quieren volver”. “No quieren más engaños y, si no hay propuestas buenas, será muy malo porque seguiremos luchando hasta que nos maten”, dijo, para reconocer que tiene poca confianza en el resultado final.
De cara a las siguientes obras y a las que están en marcha, la comunidad de regantes del Páramo Bajo advirtió hoy de que para su ejecución no quieren “saber nada de las empresas atracadoras”, sino que lo haga Tragsa.