El Bierzo Digital, hermano mayor de Diario de Astorga, cumple 5.000 números, es decir 5.000 días ininterrumpidos de ofrecer información especializada en la comarca de El Bierzo, pero sin olvidar su compromiso con el resto de la provincia y su engarce con Castilla y León y con España.
No es fácil hacer periodismo en un medio digital. Yo mismo no lo he tenido claro dada mi procedencia profesional del mundo del papel. Lo digital tiene fama de efímero, de ser recurso de una breve lectura, de centrar la información en titulares o llamadas más o menos espectaculares con el único fin de enganchar la atención del lector y de prevalecer la imagen y el colorín sobre los contenidos.
Sí, hay medios digitales así, vacuos, frívolos e intrascendentes, pero El Bierzo Digital es la antítesis de ello y el ejemplo de un diario digital que cumple con la regla de oro del periodismo: informar para fomentar el espíritu crítico de sus lectores. La información es pieza básica, pero el análisis es lo que aporta la diferencia y aumenta el sentimiento de credibilidad. El Bierzo Digital cumple perfectamente su misión de mantener informados puntalmente a sus lectores, pero mucho más importante que la información, que siempre debe ser veraz, es el análisis que la acompaña, es decir la descripción de las causas, los porqués, las consecuencias y los efectos. De ahí, que este gran diario digital tenga una de las plantillas de colaboradores y analistas de opinión de los más variada, contradictoria y diferente de toda la prensa provincial leonesa.
Por eso en su día acepté unirme al plantel de columnistas de El Bierzo Digital. Aunque me une una amistad cercana e histórica con su editor, nunca he recibido reproches, consignas, indicaciones, insinuaciones o intentos de manipulación sobre el contenido de mis columnas de opinión. Muchos de mis análisis críticos han ido dirigidos, por ejemplo, contra el PP, la Junta de Castilla y León o el Gobierno central y, seguro, algunos de mis comentarios no habrán gustado al editor; pero, no ha habido ningún tipo de cortapisa sino al contrario. Qué mayor ejemplo de libertad de expresión.
El mundo de la información digital debe ganar la batalla de la credibilidad. Hasta hace unos años, era la prensa en papel la que gozaba de esa credibilidad. Desgraciadamente la ha perdido. El papel hoy no es sinónimo de calidad, independencia, rigor, tradición y credibilidad. La han perdido con cambios continuos en sus líneas editoriales y en la desesperada búsqueda de todo tipo de convenios y subvenciones institucionales para garantizar una mínima cuenta de resultados. Sí, la prensa de papel se ha vendido por una bolsa de monedas.
Y, en gran medida, también la prensa digital, aunque ésta puede resistir mejor los cantos de sirena del poder y de las instituciones porque sus gastos son mucho menores, lo que rebaja en gran medida la dependencia económica con respecto al poder establecido.
A pesar de ello, la prensa digital tiene aún un largo camino por recorrer para ganar en credibilidad, independencia, prestigio, reputación, ética profesional y respeto hacia sus lectores. En este proceso, que se aventura largo y complicado, El Bierzo Digital lleva cierta ventaja sobre los competidores. Son ya muchos años de ejercicio profesional serio, comprometido y veraz. Claro que ha habido errores garrafales y fallos tremendos. Pero la trayectoria es la acertada por una razón: imperan los criterios de profesionalidad sobre otros, también legítimos, pero quizás menos deseables en un medio de comunicación.
No hay que morir de éxito sino perseverar en el empeño. En el mundo de la información lo ganado en años se puede perder en minutos. Está bien celebrar estos primeros 5.000 números, pero hay que hacerlo no desde la complacencia sino desde la autocrítica, la capacidad de mejora y el entusiasmo renovado. Por todo ello, felicidades y ánimo para completar el camino iniciado.