El Índice de Precios al Consumo (IPC) moderó su subida en Castilla y León al aumentar un cuatro por ciento con respecto a hace un año, frente al 4,1 por ciento nacional. Este escenario ha estado motivado por la caída del coste de la vivienda en un 12,5 por ciento, el único indicador que lo hace. En todo caso, siguen al alza los precios de los alimentos, que se disparan de nuevo un 13,1 por ciento, una porcentaje que al menos es cuatro puntos inferior al mes pasado.
Con estos datos, el IPC en la Comunidad es una décima menor que la media nacional mientras que la diferencia en los alimentos y bebidas no alcohólicas es de dos décimas más en la autonomía, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).