DA Como cada año, las marionetas son, durante las fiestas de Astorga, el espectáculo ‘de moda’ para los más pequeños, y para algunos que no lo son tanto. Y es que, varias generaciones de Astorga se han criado con Gorgorito, el ‘rey’ de los títeres en Astorga. Una tradición que va pasando de padres a hijos creando la misma ilusión que el primer día. Casi a cualquier astorgano que se le pregunte recordará haber presenciado, en más de una ocasión, este espectáculo; para niños, sí, pero también para algunos niños grandes, que disfrutan rememorando con nostalgia su infancia.
Al éxito del ‘legendario’ Gorgorito se unió posteriormente Peneque, de la mano de Miguel Pino. Este titiritero consiguió abarrotar el Jardín de la Sinagoga en sus actuaciones, habiéndose celebrado la última este sábado. Cientos de niños y padres han querido disfrutar y participar de las aventuras de Peneque ‘el valiente’. Este intrépido personaje consiguió devolver, con la ayuda de los astorganos más jóvenes, el tesoro del rey Simpatías a palacio, y demostró así la inocencia de su amigo Bolo.
Nacimiento de Peneque
Todo empezó con unos personajes y un poco de magia cuando, en 1959, Miguel Pino combinó una bonita historia con un teatro de títeres. Un coche, una maleta y mucha ilusión le convirtieron en uno de los pioneros del teatro de títeres, y a lo largo de 53 años la compañía ha actuado en los principales escenarios de España, Europa y America, realizando en televisión y radio programas propios con un gran éxito. Miguel Pino es una leyenda del teatro de títeres, creador del personaje Peneque, que a lo largo de los años se a convertido en todo un clásico.