Los médicos y pediatras de Familia y los especialistas de los hospitales de Sacyl estrenarán esta primavera las interconsultas telemáticas que permitirán a los primeros resolver sus dudas sin que los pacientes tengan que trasladarse al hospital. Con esta herramienta, que ya se utiliza en otros sistemas de salud, se busca que la Atención Primaria sea más resolutiva, evitar derivaciones innecesarias, avanzar en la seguridad de los pacientes, y atender las demandas del primer nivel en el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad.
Así lo avanza a Ical el director general de Sistemas de Información, Calidad y Prestación Farmacéutica de Sacyl, José Ramón Garmendia, quien precisa que el médico de familia muchas veces “se busca la vida” para resolver dudas de pacientes que no considera que tengan que acudir a una consulta externa del hospital. “Tiras de conocimientos, de conocimientos de conocidos, de compañeros para solucionarlo. Ahora, los médicos de los dos lados van a poner en común y a compartir mucha información: tratamientos, radiología, analítica…- y van a poder hacer una valoración clínica muy precisa”.
Entre las virtudes de la prestación, figura que en un plazo máximo medio de cinco días el médico de Primaria tendrá la respuesta que confirme su diagnóstico o decisión, o, en su defecto, cuando el especialista lo crea necesario, se citará al paciente para que acuda a una consulta externa. El paciente podrá despejar dudas sobre su proceso en cuestión de días a través de su médico de Familia, en consulta o vía telefónica. “Todo lo que sea facilitar la atención es importante, y tenemos herramientas que nos pueden ayudar. Sin duda, no sustituye y la presencia del médico y la enfermera es vital, pero en otros casos esta herramienta pude ayudar mucho a los profesionales en sus consultas”, precisa Garmendia.
Implantación
El modelo de consultas telemáticas no presenciales comenzarán a andar en todas las áreas de salud antes del verano, de forma masiva y abrazará a todas las especialidades. Una vez pilotado el proyecto, y solucionadas las dificultades tecnológicas, la herramienta ya está lista para que los profesionales de los dos niveles puedan comunicarse a través de la historia clínica electrónica. Cuando se ponga en marcha, en el momento en el que el médico de Familia solicite la consulta a través de Medora, de manera automática se generará la cita en la agenda del especialista que precise.
Los cálculos son que el proyecto arranque con la citación de unos 130 pacientes al mes por servicio, unos 1.500 al año, aunque todo dependerá de las especialidades. No es lo mismo, aclara el responsable del proyecto, las dudas en el seguimiento de pacientes vistos por neumólogos, digestólogos o cirujanos generales, que pacientes que procedan de Neurocirugía, Cirugía Cardíaca que, estiman, serán servicios menos activos.
El modelo, “en ningún momento, busca convertirse en una herramienta para reducir la lista de espera”, sino para facilitar la continuidad asistencial y evitar consultas y desplazamientos innecesarios”. “No hay marcha atrás en la informatización de la asistencia sanitaria, ni en la digitalización. La velocidad a la que pongamos en marcha todo lo que la tecnología nos pueda ofrecer dependerá del desarrollo tecnológico propio y de la adaptación que podamos asumir los profesionales. Pero no podemos obviar la tecnologización del mundo sanitario. No es un proyecto aislado. En el sistema sanitario, cada vez está más imbricada la tecnología”, concluye.