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Los medicamentos de última generación contra la hepatitis C llegarán en seis meses a toda la provincia

Más de 300 enfermos leves se suman ya a los 4.000 tratados en toda Castilla y León desde que en julio Sanidad universalizara la prestación a todos los pacientes

S. Calleja Los medicamentos de última generación contra la hepatitis C llegarán en medio año, incluso antes, a todos los afectados que vivan en Castilla y León. De hecho, en los tres primeros meses de universalización de los tratamientos, de julio a septiembre, ya se han incorporado a esta prestación 271 pacientes, y la previsión es que el balance del otoño y del arranque del invierno eleve las cifras de manera exponencial tras el parón asistencial de los meses de verano.

La Consejería de Sanidad siempre ha estimado que con la revisión del Plan Estratégico Nacional para incluir a los pacientes con afectación leve (grados de fibrosis F0 y F1), unos 1.000 nuevos se beneficiarían de este medicamento que arroja una tasa de curación del 90 por ciento. Se sumarán a los más de 4.000 que han comenzado a tratarse o ya finalizaron el tratamiento desde que en enero de 2015 entrara en vigor el programa. En concreto, la cifra se eleva a 4.126.

No obstante, los datos podrían variar ligeramente, ya que se estima que el 1,2 por ciento de la población autonómica puede padecer esta patología y no saberlo, puesto que se trata de una enfermedad que se desarrolla durante décadas sin mostrar síntomas. En todo caso, tras este abordaje, la consejería prevé que se contengan los datos, una vez atendida la ‘avalancha’ inicial.

Si se mantiene el ritmo actual, Sanidad dedicará unos 7,08 millones de euros a los tratamientos de estos nuevos pacientes, a razón de unos 10.000 euros por enfermo. Se unirán a los 94,29 millones invertidos por Sacyl hasta la fecha, una cifra que rebasó con creces las previsiones de esta departamento que se marcó en 2015 el reto de los 2.700 pacientes, muy por debajo de los que al final ha incluido, y que en aquel momento disparó la factura farmacéutica y provocó que Castilla y León no cumpliera el objetivo de déficit. De hecho, más de 40 millones se invirtieron en el primer año del plan. Los motivos se encontraron no sólo en el volumen de pacientes, sino también en el coste de cada tratamiento que se ha ido rebajando de forma considerable, hasta pasar de los 50.000 euros de hace dos años a los 10.000 actuales.

Inversión en salud

Esta “inversión en salud” está contribuyendo a acabar con una enfermedad que se consideraba crónica y que ha tenido gran incidencia por la difusión que hubo del virus hace décadas. Es más, en Castilla y León su efectividad ha provocado, por ejemplo, que se reduzcan las indicaciones de trasplante de hígado.

En 2015, cuando arrancó el Plan Estratégico Nacional, en la Comunidad se notificaron 66 casos de hepatitis C, casi un 30 por ciento menos que en el ejercicio anterior. La tasa fue de 2,64 casos por 100.000 habitantes, de 3,61 en hombres, muy por encima de los 1,72 casos de las mujeres. La mayor parte de los diagnósticos, más del 40 por ciento, se registraron en población de entre 45 y 54 casos, con tasas de 6,72 casos por cada 100.000 en población de 45 a 49, y de 7,19 en la horquilla de 50 y 54.

Lo cierto es que tras unos años de ascensos, la evolución de la enfermedad se contuvo, y se situó en tasas inferiores a las de hace cinco años. Si bien todavía está por encima de las de 2009, 2010 y 2012 que fueron en los tres casos inferiores a 1,25 casos. En 2013 hubo un repunte, con 76 casos y una tasa de 3,02, y en 2014, 94 diagnósticos nuevos, con una tasa de 3,73 casos.

Datos por provincias

De los 4.126 pacientes que en Castilla y León han sido o están siendo tratados con los nuevos medicamentos, la mayor parte se corresponden con la provincia de Valladolid, con 1.061 pacientes. Después, se encuentran León (843), Burgos (597), seguidas por Salamanca (481), Zamora (362), Ávila (270), junto a Palencia (218), Segovia (197) y Soria (97).

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