Cuenca del Duero

Los mapas de peligrosidad por inundación incorporan un tramo del río Tuerto en Castrillo de Cepeda

Abierta la segunda fase de consulta pública de los mapas de peligrosidad e inundación como requisito para la elaboración del Plan de Gestión de Inundación 2021-2027
Imagen del río Tuerto (@ForestalesAstor)

El actual Plan de Gestión de Inundaciones de la cuenca del Duero estará vigente hasta el año 2021 aunque ya se avanza en la elaboración del siguiente documento, que se prolongará hasta el año 2027. La revisión de la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) de segundo ciclo ha permitido la identificación de nueve tramos nuevos potencialmente inundables que tienen una longitud de 19 kilómetros y que afectarían a casi 7.000 personas en total, teniendo en cuenta los diferentes niveles de retorno.

Estos nuevos tramos se sitúan en las provincias de León, Palencia, Valladolid, Burgos y Segovia. En el caso de León, se trata de dos tramos del río Tuerto en Castrillo de Cepeda y del Bernesga en La Pola de Gordón, con una longitud de 0,78 y 1,87 kilómetros respectivamente; también son dos los tramos nuevos contemplados, con una longitud de 2,4 y 7,9 kilómetros en Grijota y Palencia capital, en ambos casos en el río Carrión; y un único tramo en Villanueva de los Infantes (Valladolid), con una longitud de 0,53 kilómetros, correspondiente al río Esgueva.

En el caso de Burgos son tres los tramos contemplados, en Palacios de la Sierra, en el río Arlanza, y dos en Aranda de Duero (uno en el río Duero y otro en el río Bañuelos), con longitudes de 1,06, 2,47 y 1,49 kilómetros; y el último tramo se localiza en Pajares de Pedraza (Segovia), en el río Cega, con una longitud de 0,47 kilómetros.

En estos tramos serían 6.879 las personas que se verían afectadas en el caso de que se registrara una inundación, aunque este dato variaría en función del periodo de retorno que se tomara como referencia, es decir, la probabilidad de que se registre una avenida en esa zona. Con un periodo de retorno de diez años, es decir, una probabilidad alta, serían 803 las personas afectadas en estos nuevos tramos; 2.234 ciudadanos en el caso de un periodo de retorno de 100 años, que supone una probabilidad media; y 3.842 en el caso de que ascendiera a 500 años, que constituye una probabilidad baja.

Durante el proceso de revisión y actualización de la EPRI, se estableció, según recoge la memoria de revisión y actualización de los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación del segundo ciclo, se estableció la necesidad de ampliar, y en algún caso, fusionar 33 tramos de Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) de las que ya se disponía de mapas de peligrosidad y de riesgo en los que no había que hacer modificaciones aunque sí se ha optado por ampliar las longitudes recogidas (en casi 50 kilómetros) o fusionarlos con otras áreas colindantes.

Estas modificaciones, que ‘tocan’ a tramos de ríos de las provincias de Zamora, León, Valladolid, Palencia, Burgos, Soria, Segovia y Salamanca, afectarían a 26.847 personas en un periodo de retorno de diez años; a 60.178 si hablamos de un riesgo medio en un periodo de 100 años; o de 181.454 ciudadanos en el caso de una probabilidad baja, para un periodo de retorno de 500 años.

La Confederación Hidrográfica del Duero ha abierto la segunda y última fase de consulta pública de la revisión y actualización de los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación de esta demarcación hidrográfica. La EPRI en la cuenca del Duero correspondiente al segundo ciclo identifica 26 ARPSIs, divididas en 216 subtramos que afectan a una longitud total de 473,21 kilómetros de cauces.

La cartografía de peligrosidad de las áreas de riesgo de inundación en la Demarcación Hidrográfica del Duero (CHD) se han revisado para identificar errores en la cartografía o en zonas en las que se hayan modificado las condiciones de inundabilidad. Para ello se han tenido en cuenta los eventos de inundación recientes; las infraestructuras y obras de defensa contra inundaciones ejecutadas desde la aprobación de los mapas de peligrosidad para identificar las zonas en las que hayan variado las condiciones de inundabilidad de manera significativa; los cambios topográficos desde la aprobación de los mapas y con suficiente entidad como para modificar la inundabilidad; al ampliar algunos tramos, hay que revisar la cartografía y extenderla a estos nuevos tramos.

A los nueve tramos nuevos contemplados y a los 33 que han sido ampliados o fusionados con otras áreas ya existentes, hay que sumar la existencia de otros 172 tramos de áreas de riesgo de inundación en la demarcación del Duero donde la cartografía de peligrosidad vigente muestra adecuadamente cuál es la inundabilidad actual y, por este motivo, no resulta necesario hacer ningún tipo de actualización.

La revisión del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación (PGRI) coincide con las revisiones del Plan Hidrológico. De hecho, los mapas de peligrosidad por inundaciones y los mapas por riesgo de inundación se revisarán, en el caso de que fuera necesario, según la memoria de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), se actualizarán antes del 22 de diciembre de este año, y luego cada seis años. Y los planes de gestión del riesgo de inundación se revisarán y se actualizarán a más tardar el 22 de diciembre de 2021, y a continuación cada seis años.

Cambio climático

Según la memoria, se tiene constancia de que el cambio climático tiene unos efectos potenciales “lo suficientemente graves” como para seguir avanzando en investigación sobre la influencia que estas modificaciones podrían tener en la inundabilidad. El análisis de la incidencia del cambio climático en la inundabilidad ha dado unos resultados en los que se aprecian los cambios que se han registrado en la precipitación máxima diaria acumulada, que en la DHD se producen fundamentalmente en la margen izquierda, sobrepasando en muchos casos el 40 por ciento de cambio, mientras que en la margen derecha, salvo algún tramo con cambios en torno al 10 por ciento, en la mayoría no hay modificaciones.

De los tramos analizados, la relación entre los incrementos de precipitación y de caudal no es equivalente, y como la relación entre precipitación y escorrentía no depende únicamente de la precipitación sobre la cuenca, sino que está condicionada por otros aspectos como la humedad o intensidad de la precipitación, los resultados no pueden extrapolarse espacialmente a zonas próximas ni a otras de características similares. Por ello, la revisión y actualización del EPRI no propone cambios en las áreas de riesgo teniendo en cuenta estas previsiones en relación con los caudales de avenida.

Por este motivo, y aunque es probable que el cambio climático tenga un efecto significativo en la inundabilidad de la demarcación del Duero, pero teniendo en cuenta que el ciclo de planificación corresponde a un periodo de seis años, se ha estimado que no es necesario por el momento incorporar los efectos del cambio climático a la revisión y actualización de los mapas de peligrosidad y riesgo de inundación.

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