“Los legionarios sufrían pena de muerte por salir de la formación de ataque”

Este miércoles La Ergástula acogió la cuarta conferencia en la que Fernando Otero habló sobre la evolución de las legiones romanas que en menos de un siglo conquistaron prácticamente medio mundo
Fernando Otero fue el cuarto ponente en las conferencias ligadas a Astures y Romanos 2016. / CCU

Los legionarios romanos han sido referente en la historia militar hasta nuestros días. Sin embargo, fueron cambiando a lo largo de la historia hasta convertirse en el ejército que conquistó medio mundo en poco más de un siglo. Este miércoles el historiador Fernando Otero hizo un repaso a 900 años de historia militar desde la época tribal en el 800 a. C. hasta la época Imperial de Nerón.

“Casi todos estamos acostumbrados a las legiones augustas, pero es primordial conocer la evolución que sufrieron no sólo los soldados, sino las tácticas militares”, explicó Otero. El primer ejército romano mencionado en los escritos se describe como el ejército curiado de Roma, basado en las tres tribus fundadoras de la ciudad. El ejército era relativamente pequeño.

Los cambios militares fueron de la mano de cambios sociales y económicos que sucedieron en Roma. “Servio Tulio hizo una reforma hizo un censo con los propietarios y los dividió en cinco clases de mayor a menos poder económico. La reforma sustituyó el antiguo sistema de tribus romúleas y curias, vinculadas al dominio de las familias aristocráticas y al origen étnico o al nacimiento. Unida a la institución del censo y la organización centuriada, supuso la redefinición, o quizá el auténtico establecimiento, del concepto de la ciudadanía romana. Este sistema provocó fallos”, relató Otero.

Estos problemas que sufría el ejército desembocaron en la Batalla de Alia. La batalla se libró cerca del río Alia y terminó en una derrota del ejército de Roma. La derrota llevó al posterior saqueo de Roma por los galos y en el año 390 a. C. Marcus Furius Camillus introdujo algunas reformas: la legión manipular. “Posteriormente la legión poliviana introdujo cambios en las tropas debido a cambios sociales que tienen en Roma, los rorarii y los accensii, eran un tipo de tropas que se encontraban sin equipo durante el sistema manipular. Cuando se implantó el sistema polibiano todos los soldados podían comprarse un escudo, un pectoral y un casco -excepto por los vélites que únicamente llevaban como armamento defensivo el escudo y el casco-“.

Los cambios que convirtieron a los legionario para siempre

En época tardía, hubo varias reformas de Cayo Mario que modificarían las legiones para el resto de la historia. “Marium, se encontró con problemas en el año 107 a. C.  para reclutar hombres en la guerra de Jugurta, en Numidia. Por tanto introdujo cambios no sólo a nivel táctico, sino que permitó la entrada de los proletarii, es decir, aquéllos romanos que no tenían posesiones, aumentó la paga, y los proletarii se apuntaron en tropel con la esperanza de tener una continuidad dentro de las legiones, que fue lo que así sucedió. Pidió la ciudadanía romana para los aliados itálicos. Introdujo el sistema de cohortes, que posteriormente se utilizaría en la época de Julio César. Por ello es incorrecto pensar que fue Julio César quien introdujo el triple aciex, porque ya se utilizaba anteriormente”. El sistema demostró la versatilidad de las legiones basadas en cohortes.

Castigos ejemplares

Los romanos se tomaron muy en serio la pertenecia al ejército y por tanto los legionarios recibían variados castigos dependiendo de la ofensa cometida. “Los legionarios recibían la pena de muerte por salir de la formación de ataque, por sedición, por abandonar las armas en ataque -aunque también podía suponer la pena de traslado de unidad-, por simular enfermedad o por traspasar la empalizada”, contó Fernando Otero. Recibían la expulsión deshonrosa del ejército si traspasaban el foso o herían a un compañero con una piedra “no eran amigos de las armas arrojadizas, el combate se basaba en el cuerpo a cuerpo”.

Los castigos menores que incluían el traslado de unidad o la democión -bajar de rango- se producían por “parar la vara del centurión o por robo de armas”. La deportación era el castigo para los desertores que se entregaban, o el tormento -la tortura- si quebraban su jeramento. Se tomaban muy en serio el ejército.

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