INVESTIGACIÓN

Los hombres de Ábalos-Koldo en La Cabrera y Valdeorras

Los tres principales actores que presuntamente "blanquearon" dinero procedente de las abusivas comisiones de las mascarillas compradas a organismos públicos, se dejaron ver y actuaron con familiares incluso en La Cabrera y Valdeorras
José Luis Rodríguez, Juan Carlos Cueto y Víctor de Aldama /EBD

Mientras el ministro de Obras Públicas y Fomento, todopoderosos secretario de Organización del PSOE y mano derecha en el partido del Presidente Pedro Sánchez ejercía su poder, su alter ego, portero de puticlub al parecer que llegó a ser asesor y presidente de ADIF por sus méritos y confianza, el señor Koldo, hacía de conseguidor y llegaba a amenazar, como así declaró a Onda Cero el alcalde de León, José Antonio Díez: “me llegó a amenazar”; todo para conseguir contratos y favores.

Cueto, el cerebro

Las primeras investigaciones apuntan a que Juan Carlos Cueto sería el cerebro de la trama, siendo el principal beneficiario de los nueve contratos públicos que se adjudicaron durante la pandemia a través de la sociedad Soluciones de Gestión. Cueto se habría embolsado 9,6 millones de ganancias.A Cueto se le vinculta con Víctor de Aldama, otro de los grandes beneficiados en la venta de mascarillas a las administraciones implicadas. En la actualidad, está procesado por otra causa en la Audiencia Nacional relativa al ‘caso Defex’, la venta de material policial a terceros países. Le piden cerca de 55 años de prisión por comisionar 93 millones a través de la mercantil Comercial Cueto 92, dentro de una UTE con la empresa pública Defex, en un contrato de 153 millones de junio de 2008 con el gobierno de Angola. De estos 93 millones unos 70 acabaron desviados a una telaraña tejida desde Suiza por Beatriz Paesa, sobrina de Francisco Paesa, el mítico espía que engañó a ETA y vendió a Luis Roldán; y 41 afloraron en una cuenta del empresario en Luxemburgo. Un destino que también aparece reflejado en el posible blanqueo de capitales del ‘caso Koldo’.

Víctor de Aldama

Abogado de profesión, con sede en Madrid, este individuo ha incursionado en diversos sectores, entre ellos el inmobiliario, automotriz, deportivo, gastronómico y sanitario. Reconocido por su considerable poder adquisitivo y su pasión por el esquí, reside en una exclusiva urbanización al norte de la Comunidad de Madrid, cerca del circuito del Jarama, rodeada de exuberante vegetación, lo que le brinda un entorno de tranquilidad y privacidad. Aquellos que lo conocen lo describen como una persona de carácter fuerte, aunque a veces impulsivo. Está casado con Patricia Ramos, también empresaria, cuyo sector de actividad se desconoce, y tienen una hija.

Se ganó reconocimiento público en gran medida por su adquisición del Zamora CF en 2018, a través del fondo inmobiliario Grupo Vivir, en colaboración con el destacado empresario Alfredo Ruiz. Anteriormente, había intentado adquirir otros clubes como el Cádiz, el Murcia o el Xerez, así como el Córdoba, aunque esta última operación no llegó a concretarse. Además de su interés en el ámbito deportivo, ha gestionado la reforma del Club de Natación de Sevilla y el Estadio de la Juventud en Granada. Asimismo, administra varias propiedades de lujo en el Barrio de Salamanca, Leganés, Arroyomolinos y San Sebastián de los Reyes, en colaboración con su grupo empresarial. Sin embargo, recientemente, la investigación ha llevado al bloqueo temporal de las cuentas del Zamora CF, aunque el club sigue comprometido con mantener su actividad habitual.

La comunidad local de Zamora recibió positivamente la adquisición del equipo, ya que estaba al borde de la desaparición. A pesar de los éxitos deportivos que han llevado al ascenso del equipo desde la Tercera División hasta la Primera RFEF, también han surgido problemas, como irregularidades con Hacienda y críticas por favorecer la inversión extranjera en detrimento de lo local. Esto incluye iniciativas como la promoción turística en Oaxaca, México, y la producción de vino mexicano, lo que ha generado controversia. Además, su nombramiento como cónsul honorífico de Georgia en Zamora ha llamado la atención.

La investigación sobre el presidente del club ha generado incertidumbre, aunque el equipo ha anunciado su intención de continuar con sus actividades habituales mientras dure la situación. A pesar de la preocupación interna y entre los aficionados, según informan los medios locales como La Opinión de Zamora.

La vinculación de De Aldama con Soluciones de Gestión y Apoyo a la Empresa ha sido objeto de atención, especialmente por los contratos relacionados con la compra de mascarillas. La Fiscalía ha señalado la existencia de un entramado de sociedades, donde se destaca que el madrileño es el administrador único de Brama Capital S.L, que a su vez gestiona Comercializadora Pizarras Santa Barbara S.L., bajo la supervisión de Daniel Sierra Monedero. Las circunstancias que rodean a esta empresa, como su falta de historial en China, su cambio de enfoque comercial y la ausencia de facturación el año anterior a los contratos millonarios, han generado sospechas. A pesar de ello, ha obtenido contratos por un valor considerable, principalmente con administraciones afiliadas al PSOE, lo que ha intensificado la polémica en torno a su gestión empresarial y sus conexiones políticas.

José Luis Rodríguez

La trama de corrupción en el Ministerio de Transportes, durante el mandato de José Luis Ábalos, implica a su mano derecha, Koldo García, y un guardia civil, el subteniente José Luis Rodríguez. La Fiscalía Anticorrupción ha destacado la importancia de Rodríguez en la red fraudulenta de adjudicaciones de contratos de mascarillas durante la pandemia. Además, se reveló un conflicto interno entre la Guardia Civil y los vigilantes de Seguridad de Nuevos Ministerios, donde Rodríguez intentó ingresar visitas sin identificación, generando tensiones.  El sumario del ‘caso Koldo’ indica que la trama continuó operando al menos hasta finales del mismo año. La investigación lo señala como uno de los siete líderes de la trama, acusado de delitos como cohecho, blanqueo de capitales, tráfico de influencias y organización criminal. La Fiscalía destaca su influencia sobre el personal vinculado al Ministerio de Transportes y a las entidades que otorgaron los contratos investigados. La relación entre Koldo García y José Luis Rodríguez es considerada de máxima importancia en la trama. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detuvo en Astorga al subteniente, quien quedó en libertad a la espera de ser citado por el juez.

Expansión en La Cabrera y Valdeorras

El propio subteniente de la Guardia Civil retirado, alquiló una vivienda en Corporales, municipio de Truchas, donde se compró la pizarrrera Santa Bárbara y canteras en el municipio. Así mismo se expandió a Valdeorras en La Carballeda, intentaron comprar en Oencia-Bierzo y en la localidad orensana de Quiroga. La idea era crear un grupo de explotación de pizarra, sector en expansión y acceder a ayudas europeas y de los propios gobiernos regionales de la Junta de Castilla y León y Xunta de Galicia.

Varios testigos han declarado a este periódico que “nos prometieron al menos cien puestos de trabajo, por lo que pedían ayuda y asesoramiento en la zona”. Rodríguez ha cerrado todas sus redes sociales y hasta ha cambiado el avatar de su teléfono móvil para preservar su imagen.

La presencia de Aldama también está confirmada. Ambos, Rodríguez y Aldama presumían de sus apartamentos en Benidorm y otros bienes inmobiliarios. En varios restaurantes de la zona se asegura haberles visto con el conseguidor “Koldo”, aficionado al parecer “del buen comer y vivir, ya me entiende”.

El editor

 

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